Hoy es un día sumamente especial para su servidor, pues se celebra el día mundial de un medio prodigioso que nos une, nos acompaña y nos regala profundo dinamismo y contribuye diariamente a nuestras vidas, ya sea con noticias, información de interés, programas temáticos, ¡y música!: la radio.
Para mí no hay mejor manera de celebrarlo que agradeciéndole a usted, mi amado público, porque sin ustedes, sin su compañía, sin su energía y sin esa mágica sinergia que juntos hemos construido, nada de lo que yo soy en mi paso por este maravilloso medio sería posible.
Gracias por lo que hemos vivido juntos, que es simplemente indescriptible. Muchas generaciones de niñas y niños que escuchaban la radio en el coche caminito a la escuela, que crecieron escuchando la estación, que hoy son jóvenes y adultos, junto a sus mamás, sus papás, sus abuelas, sus abuelos... familias enteras que han hecho de la radio parte de su vida, de su historia.
Y aquí seguimos, conectados por algo más que ondas sonoras: por emociones, recuerdos y un #EfectoPositivo indescriptible. Porque si algo tiene la radio es que nunca falla.
No importa el día ni la hora, siempre está allí, esperando para ser encendida y acompañarnos incondicionalmente.
La radio es magia pura que nos une en la distancia, que nos hace sentir cercanos a pesar cualquier circunstancia.
No es sólo una voz al aire, es un lazo invisible entre quienes la hacemos, quienes nos regalan el favor de su atención, y de vuelta, en una conexión irrompible de alquímica retroalimentación.
Si existiera un aparato capaz de medir todo ese impacto, toda la alegría, las emociones, las tomas de conciencia, la inspiración, el crecimiento personal y colectivo, la diversión, el acompañamiento y todo lo que la radio nos ha dado, nos iríamos de espaldas.
Sería un marcador infinito de historias compartidas, de momentos inolvidables, de risas y reflexiones, de esa calidez que sólo la radio puede transmitir.
Pero, aunque ese aparato no exista de manera física, existe algo mucho más poderoso: el corazón, donde estamos conectados siempre, usted, la radio, ALFA 91.3 y su servidor.
Cada palabra, cada canción, cada programa, cada instante compartido ha sido una pieza mágica de esta gran historia. En este Día Mundial de la Radio, quiero aprovechar para decir: ¡infinitas gracias!
Gracias a la radio, mi casa, mi refugio en los momentos más oscuros, mi espacio de creación, mi expresión en los momentos más luminosos, y, sin duda alguna, parte indispensable de mi vida.
Gracias a usted, mi amado público, el mejor del mundo. Porque sin ustedes esta historia nunca se hubiera escrito.
¡Gracias a la bendita radio! Pues mientras haya una señal al aire y sus benditos corazones dispuestos a escuchar, la magia seguirá siendo posible.