Citlalli Hernández, secretaria de las Mujeres, ante la expectativa del 8-M, un 8 de marzo que no será un día cualquiera. Será el primer Día Internacional de la Mujer bajo el mandato de Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta de México, y con Citlalli Hernández al frente de la recién creada Secretaría de las Mujeres.
Una jornada que se anticipa clave para entender el rumbo que tomará el nuevo gobierno en materia de derechos, seguridad y políticas públicas con perspectiva de género.
La expectativa crece no solo por lo simbólico de la fecha y los nombres que encabezan esta nueva etapa, sino también por las decisiones que ya comienzan a generar debate.
Una de ellas es la colocación de vallas metálicas alrededor de Palacio Nacional, una medida que la presidenta defendió públicamente al argumentar que busca proteger a todas las mujeres, incluidas las mujeres policías que estarán a cargo de la seguridad durante la marcha, y evitar posibles provocaciones o enfrentamientos.
Con una agenda feminista aún por definir en su totalidad, Citlalli Hernández, reconocida por su trayectoria progresista y su cercanía con colectivos sociales, tendrá este 8-M su primera gran prueba pública.
¿Cómo dialogará con las manifestantes? ¿Qué postura adoptará ante las exigencias históricas de justicia y derechos? ¿Se mantendrá como puente entre el movimiento feminista y el gobierno o asumirá una posición institucional?
El primer 8-M de este nuevo capítulo político no solo pondrá a prueba la narrativa de un gobierno encabezado por mujeres, también reflejará qué tanto las demandas feministas son prioridad o incómodas para el poder. La cuenta regresiva ha comenzado.
