Por Nicolás Rosales Pallares
Presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad
El transporte público en México enfrenta una encrucijada. Mientras las ciudades crecen y la movilidad se vuelve más compleja, los sistemas de transporte requieren transformaciones urgentes para responder a las necesidades de la población. Entre los principales desafíos destacan la equidad de género, la renovación de flota y la definición de una tarifa justa y sostenible.
El primer reto, la equidad de género, implica replantear el diseño y operación del transporte con perspectiva de género. No se trata solo de asignar espacios exclusivos para mujeres, sino de garantizar seguridad y accesibilidad en todas las modalidades de transporte.
Hoy, muchas mujeres enfrentan acoso y violencia en sus trayectos, lo que limita su derecho a la movilidad. Se requieren políticas públicas que integren la seguridad como un eje central, con infraestructura adecuada, vigilancia efectiva y protocolos de atención inmediata para víctimas de violencia en el transporte.
Por otro lado, la renovación de la flota es un tema pendiente en la mayoría de las ciudades. Gran parte de los vehículos en servicio superan los 10 años de antigüedad, con altos niveles de emisiones contaminantes y deficiencias en seguridad. La modernización es urgente, pero enfrenta obstáculos financieros.
Sin un esquema sólido de financiamiento que involucre incentivos gubernamentales y participación privada, los transportistas difícilmente podrán acceder a nuevas unidades. Además, la transición hacia tecnologías más limpias, como la electromovilidad, debe ser gradual, con apoyos y estrategias claras para garantizar su viabilidad.
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Finalmente, el tema de la tarifa es uno de los más polémicos. El transporte público debe ser accesible para la población, pero también debe garantizar sostenibilidad operativa.
Las tarifas en muchas ciudades han permanecido congeladas por años, lo que ha afectado la calidad del servicio y la capacidad de inversión en renovación. Es momento de discutir modelos tarifarios equilibrados, que consideren subsidios dirigidos a sectores vulnerables sin afectar la rentabilidad del sistema.
La solución a estos retos requiere un enfoque integral y coordinado entre gobiernos, transportistas y la sociedad. Estos temas son de alta relevancia que serán analizados en nuestro décimo sexto Congreso Internacional de Transporte a realizarse el 8 y 9 de mayo en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet del IPN.
Sin una movilidad eficiente, justa y sostenible, las ciudades seguirán enfrentando problemas de congestión, contaminación e inequidad. El transporte público debe ser una herramienta de desarrollo y bienestar, no una barrera más para quienes lo necesitan diariamente.