Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, le gana la mañanera a Luz Elena... pero no el reflector. Dicen en los pasillos de Palacio que esta mañana hubo jaloneo —no literal, pero sí político— por ver quién se quedaba al frente de la conferencia matutina en ausencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien anda en Honduras por la Cumbre de la CELAC.
Aunque todo indicaba que Luz Elena González, secretaria de Energía, tomaría el micrófono, como ya lo hacía cuando sustituía a la jefa de Gobierno en sus tiempos de CDMX, al final Rosa Icela Rodríguez, titular de Gobernación, fue quien se impuso y encabezó la mañanera.
A pesar de que le echó flores a su compañera, cuentan que a la mandamás de Segob (y dicen que también de la SSC, de pasadita) no le gustó nadita la idea de cederle el turno a la exsecretaria de Finanzas capitalina.
Eso sí, aunque Rosa Icela tuvo la batuta, Luz Elena terminó brillando más en el discurso, especialmente cuando habló del tema energético. Así que, aunque la ganó en presencia, la perdió en punch. En política, como en el futbol, a veces no importa quién inicia, sino quién se lleva los aplausos.
Martha Ávila, presidenta del Congreso de la CDMX, tuvo que echar una regañiza a los diputados pues a algún o alguna ocurrente se le hizo fácil escribir en su voto “puto el que lo lea”. Un chascarrillo de secundaria que cayó como bomba en el pleno.
Quien no se lo tomó nada a la ligera fue la presidenta del Congreso, Martha Ávila, que tuvo que poner orden con tremenda regañiza a todo el personal legislativo. Y con razón: más allá de la broma de mal gusto, fue una falta de respeto a la institución, y además quedó registrada en los archivos oficiales.
En los pasillos judiciales ha comenzado a hacer ruido la cercanía entre la ministra Loretta Ortiz y su yerno, Abel Chávez Salinas, quien habría operado en favor de personajes como Rafael Zaga Tawil, acusado de lavado y del desfalco al Infonavit. A pesar de que Actinver sólo solicitó suspender los poderes fiduciarios de Zaga, Loretta habría anticipado su voto en contra del banco.
El patrón se repite en el caso Santander: tras ser condenado por más de mil millones de dólares, el banco logró que la ministra apoyara reabrir un caso ya desechado, justo cuando Chávez fue contratado por el equipo legal de la institución. ¿Coincidencia?