Mauricio Fernández, alcalde de San Pedro Garza García, está en el ojo del huracán tras el asesinato del empresario taquero de Centrito Valle. Pero eso no es todo: salió a la luz que funcionarios de su administración habrían intentado amedrentar al dueño de Tacos Julio, quien ya había presentado una denuncia formal. Y ahora, como si regresara el grupo rudo del panismo norteño, muchos se preguntan si en San Pedro volvimos a los tiempos de “se hace por mis calzones o te vas pa’ fuera”.
Lo curioso es que el ataque ocurrió en otro bastión del PAN (San Nicolás), lo que alimenta la sospecha de que algo se está moviendo en los sótanos del poder albiazul, con lealtades divididas y estilos que huelen más a 2009 que a 2025. ¿Estamos viendo el regreso del “orden a la vieja escuela” en el municipio más fifí de México cuando hasta a los jóvenes se llevaban de taxis para cobrarles en comisaría?