El 3 de abril de 2025, será visto como el punto de arranque de una nueva era: una etapa donde las reglas del comercio, la producción, el talento y la innovación comenzaron a redibujarse a una velocidad sin precedentes. México y los Mexicanos tenemos en nuestras manos una oportunidad histórica para tomar la delantera.
No exagero al decir que este momento puede representar para nuestro país lo que en su momento significó la revolución industrial para Europa o la era digital para Silicon Valley. Pero como siempre, la clave estará en nuestra capacidad de entender, adaptarnos y actuar con inteligencia y generar Confianza!
No es un secreto que los últimos años han sido inestables: crisis sanitarias, conflictos geopolíticos, reconfiguración de cadenas de suministro, y avances tecnológicos que parecen ciencia ficción. Vemos por primera vez, una convergencia clara: la economía global está girando hacia la regionalización!
Esperemos Inteligentemente! Habrán acuerdos multilaterales entre Norteamérica, Asia Pacífico y algunas economías europeas para redirigir manufactura, talento y desarrollo hacia regiones estratégicas. Y México es una de esas regiones.
Tenemos posición geográfica privilegiada, tratados internacionales vigentes, juventud con talento, y sobre todo, una enorme capacidad de adaptación. Como mexicanos, a veces dudamos de nuestras fortalezas. Pero este es el momento de mirar con objetividad y claridad:
1.Ubicación estratégica: Somos el puente natural entre América del Norte y América Latina, con acceso a dos océanos y cercanía directa con el mayor mercado consumidor del mundo: Estados Unidos.
2.Capital humano joven: Tenemos una población mayoritariamente joven, que está más conectada, y más dispuesta a emprender que nunca.
3.Capacidad industrial instalada: México cuenta con parques industriales, experiencia exportadora y cadenas de valor consolidadas, listas para escalar.
4.Apertura comercial real: Con tratados como el T-MEC, el TIPAT y múltiples acuerdos bilaterales, México está conectado con más de 50 países en condiciones preferenciales.
5.Cultura del esfuerzo: Los mexicanos sabemos trabajar, adaptarnos y salir adelante en condiciones adversas. Esa resiliencia hoy se convierte en una de nuestras armas más poderosas y nuestra calidez Humana!
Las oportunidades no se aprovechan solas. Se necesita preparación, decisión y estrategia. Aquí cinco acciones concretas que podemos adoptar desde el ámbito empresarial, educativo y ciudadano:
1. Apostar por la educación práctica y tecnológica: No basta con formar profesionistas, debemos formar solucionadores de problemas. Debemos alinear la educación con la nueva demanda global: inteligencia artificial, robótica, análisis de datos, logística avanzada, y sostenibilidad. Muchos y Buenos Técnicos!
Esto no implica descartar las humanidades, sino complementarlas. Porque un país sin ética, puede ser rico, pero nunca será justo ni feliz.
2. Impulsar el nearshoring con responsabilidad: Las Empresas están regresando producción a zonas cercanas a Estados Unidos y México es el lugar ideal. Pero cuidado: esto debe hacerse con visión de largo plazo, respetando el medio ambiente, pagando salarios justos y creando cadenas de valor locales. o se trata solo de atraer inversión, sino de desarrollar ecosistemas regionales: que el proveedor del proveedor también sea mexicano. Que el empleo que se genera tenga arraigo y beneficios.
3. Fortalecer el emprendimiento local con enfoque global: Emprender no es una moda. Es una necesidad nacional. Pero no cualquier tipo de emprendimiento. Necesitamos modelos de negocio con tecnología, escalabilidad y propósito.
Hoy más que nunca, un joven en Oaxaca puede vender su producto en Canadá, o una empresa en Monterrey puede competir con una en Corea. Pero para eso, hay que acompañarlos con capacitación, financiamiento y redes.
4. Fomentar la participación ciudadana en lo económico: La economía no es solo para los economistas. Es un tema ciudadano. Es fundamental que más personas entiendan cómo funciona el comercio, el crédito, la inversión y la innovación.
Cuando una sociedad conoce, exige mejor y propone más. Para eso deben estar las cámaras empresariales, cooperativas, consejos ciudadanos y plataformas digitales, así como Buenas Fundaciones!
5. Cuidar lo que somos: identidad, cultura y confianza: No todo es tecnología y finanzas. Lo que nos hace verdaderamente fuertes como país es lo que somos: nuestras raíces, nuestras culturas nuestra forma de ver la vida. La nueva economía también valora la autenticidad, la creatividad, la diversidad.
Tenemos todo eso y más. No olvidemos que nuestras tradiciones, nuestra gastronomía, nuestra música y nuestra forma de convivir también son un activo económico y social. Nadie Puede Solo: Esta transformación no será posible si cada quien jala por su lado. Se necesita coordinación entre gobierno, iniciativa privada, academia y sociedad civil. Y no hablo de discursos ni mesas de diálogo eternas. Hablo de resultados concretos y medibles!
El gobierno debe ser facilitador: generar infraestructura, certeza jurídica y estímulos. Las empresas, responsables: generar valor compartido, pagar impuestos, cuidar a sus empleados. Y nosotros, como sociedad civil, debemos participar, exigir y proponer. NO ES EL FUTURO! ES EL PRESENTE!
Muchas veces nos han dicho que “el futuro es prometedor”. Hoy ya no podemos esperar más. Cada fábrica que se instala, cada joven que se capacita, cada empresa que se digitaliza, cada comunidad que se organiza, son señales de que sí podemos. No todo será fácil. Habrá obstáculos, competencia, errores. Pero si algo hemos demostrado los mexicanos a lo largo de la historia, es que cuando creemos en nosotros mismos, nadie nos detiene.
EL MOMENTO ES AHORA!
La nueva era económica global no es una amenaza. Es una invitación. Es la oportunidad de redefinirnos como país, de subirnos al tren del desarrollo con identidad propia, con dignidad y con visión de futuro.
Adaptarnos no es cambiar lo que somos. Es usar lo que somos para avanzar. Es combinar nuestra historia con la tecnología. Nuestra pasión con la estrategia. Nuestra creatividad con el conocimiento. Aprovechémoslo con inteligencia, con generosidad y con confianza. Porque México y los Mexicanos no solo podemos estar a la altura de esta nueva era. PODEMOS LIDERARLA!