1. Separa los residuos orgánicos como: cáscaras de huevo, restos de verduras y frutas, residuos de origen animal (huesos, piel, carne).
2. Coloca una capa de tierra de 30 cm de altura a lo largo del recipiente donde crearás la composta, la cual puede incluir follaje y hojas secas.
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3. Agrega una capa similar de los residuos que previamente habías separado y altérnalas hasta que llenes tu recipiente.
4. Cuida la humedad. Debes mantener tu composta húmeda pero sin que tenga charcos. Si se seca tu mezcla podría atraer plagas como hormigas u otros animales, si se moja en exceso pueden proliferar los hongos y despedir mal olor.
5. Mézclala cada dos o tres días para oxigenarla y que obtenga todos los nutrientes que aportará a tus plantas.