Las vacaciones concluyeron, vuelta a la rutina y para darse un gusto una sugerencia es ir al restaurante Sonia, un sitio que evoca la casa de la abuela, en la que se era siempre bien recibido para convivir, platicar y comer bien y de la que aún se guardan buenos recuerdos.
El lugar, aunque no es grande tiene el acierto de aprovechar bien los espacios y mantener las mesas separadas para que se tenga cierta privacidad al estar en la plática, amén de la decoración que la hace sentir cálida, pero con tonos vivos que le dan cierta alegría.
Su cocina se inspira en los sabores de casa y los recuerdos de las comidas en familia y en su menú hay diversas opciones que cada cierto tiempo van variando por utilizar productos de temporada.
Cuando llegues a visitarlo pide una mesa en la terraza, que seguramente la disfrutarás mucho, porque invita a pasar largas horas en la plática en sus mesas con banquita y la frescura de sus plantas, nosotros así lo hicimos mientras ordenamos un cóctel La Meche, preparado con tequila, mango manila y chilito, y un mocktail de frutos rojos con jugo de limón, leche de coco y Ginger ale.
Mientras degustamos las bebidas, nuestro mesero David se acercó con una cestita de una variedad de pan calientito como el de tomate deshidratado y romero o el de masa madre, además de una mantequilla de huitlacoche y sal de grano, sumamente delicioso que aplaca el hambre mientras llegan los alimentos.
Para empezar
De entrada, llegan unos esquites con tasajo de res y salsa macha, servido en un tazón a manera de sopa caliente y nada más meter la cuchara se comprueba la creatividad del chef en su elaboración. Ponerle limón es opcional, pues el plato por sí solo convence por su buen sabor.
Después, llega un ceviche de sierra servido con una espuma preparada con los ingredientes de limón Eureka, pepinillo, rábano, un poco de chile, cilantro y cebolla acompañado de pan de pita en lugar de la tradicional tostada.
Este ceviche reafirma la creatividad del chef y muestra su conocimiento de cocina molecular pues el platillo es sutil, no recurre al ingrediente fácil del chile y limón para satisfacer al comensal, sino que en la espuma se concentra una amalgama de sabores equilibrados que realmente sorprenden al paladar.
Platos fuerte
Entusiasmados, esperamos al siguiente platillo, una lobina pochada con papa pavé, puré de chícharos e hinojos rostizados, de sutil y delicado en su sabor, incluso, de la guarnición dan ganas de pedir una orden de papa y comerlas solas porque tienen la consistencia y el sabor perfecto para comer sin parar.
Por último, probamos el Pollito Rock Cornish, el cual va cocido estilo barbacoa con salsa borracha, arroz y garbanzos, con tortillitas para taquear al que se le agrega cilantro y cebolla por lo que se amerita acompañarla con una chela artesanal Buscapelitos Porter´s. La carne muy suave y para evitar que se reseque, hay que humedecerla con el mismo consomé de su preparación.
El postre
Semejante festín se tiene que finalizar con un buen postre, así que se piden dos capuchinos, una Tarta de ganache de chocolate oscuro, decorado con una frambuesa y un poco de azúcar glass, y camote en tacha, el cual consiste en un panquecito de elote aromatizado con naranja y en el fondo espuma de leche ahumada aromatizada con piloncillo, chip y un aro de camote.
Conclusiones
La experiencia es simplemente extraordinaria ¿qué más se le puede pedir a Sonia? Si acaso que por favor continúe con esa creatividad en los platillos y siga consintiendo a su clientela que busca enaltecer la cocina auténtica de gran sabor y grandes recuerdos.
Sobra decir que los alimentos, decoración del lugar, ubicación, precio acorde a la calidad, coctelería, atención y servicio harán que este restaurante sea uno de tus consentidos para presumir con tus amistades o celebrar cualquier ocasión porque a Sonia le gusta apapachar a todos.
Restaurante Sonia
Oxford 23, colonia Juárez
Abierto: lunes y martes de 9 a 22 hrs., miércoles de 9 a 23 hrs., jueves a sábado de 9 a 00 hrs. y domingo de 9 a 19 hrs.
https://restaurantesonia.com.mx/
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