El bienestar personal ha despertado el interés por el cuarto de baño, ya que estos espacios se pueden convertir en lugares acogedores que transmitan estilos únicos, cumplan al máximo su funcionalidad y brinden oasis de paz y tranquilidad.
Te has preguntado si ¿tu baño se ve anticuado? Si la respuesta es afirmativa, es hora de cambiarlo.
Atrévete a ampliar la variedad de formas, materiales y texturas; asimismo, los colores pueden ser diversos, aunque la mayoría de las personas se decantan por los blancos; no obstante, la gama de tonalidades va desde colores sobrios como grises, marrones y negros hasta las vistosas cromáticas rojas, verdes o azules, como en la colección de Sunlit Days de Silestone, de Cosentino.
[ ¿Crees que la ciencia mejora tu vida?Opens in new window ]
La durabilidad de los materiales es la clave a largo plazo
El baño es un espacio orientado al cuidado personal y, siendo conscientes de sus condiciones especiales como la humedad o la exposición a agentes químicos de los productos de limpieza, la necesidad de un material resistente es indispensable.
La porcelana, cerámica, resina, cristal, terrazo, piedra natural y mármol son los materiales más empleados en estos sitios, por sus excelentes prestaciones y durabilidad. Además, la tecnología ahora les aporta magníficas cualidades de resistencia, frente a los golpes, la limpieza y el paso constante de agua.
Para colocar nuevos recubrimientos como los despieces pequeños puedes elegir diferentes formas o bien si es uno grande y buscas un estilo con aire industrial o mediterráneo, opta por ponerlos en línea recta para que den una sensación de continuidad.
1. ¡A volar! Los elementos flotantes aligeran los espacios
Los elementos suspendidos aportan ligereza visual y ayudan a mantener limpio tu baño. Además, se logran unos tránsitos más cómodos y, encima, que la limpieza sea más rápida sencilla.
Los lavabos en piedra natural encastrados en superficies de madera, sin armario bajo, generan un plano horizontal que amplifique el espacio.
2. Dale un nuevo estilo decorativo, maximizando los elementos
La utilización de espejos para agrandar el espacio es uno de los recursos decorativos más tradicionales y que afortunadamente siguen en tendencia. Hazte de un gran espejo para encima del lavabo y consigue el efecto mágico de extensión.
Asimismo, utiliza un armario empotrado en la pared para guardar los productos de belleza, diseña la localización de tus toalleros de modo que queden integrados en el lavabo y no sobresalgan, y, por último, coloca los champús en envases monocromáticos.
3. ¡Sonríe! Luces, cámara, acción
Los baños suelen estar en lugares con poco acceso a luz natural, por eso huye del “efecto laboratorio”; es decir, demasiados puntos de luz en el techo, luces frías, exceso de lúmenes.
Puedes cambiar la iluminación para disfrutar de un consumo menor y de una estética mucho más moderna, colocando los puntos de luz en lugares necesarios, por ejemplo, enfocando el espejo y debajo del lavabo suspendido en tiras de LED, evitando iluminar aquellos rincones que no son vistosos.
4. La privacidad también tiene sus
Una de las claves para la distribución inteligente es que el inodoro quede lo menos a la vista posible. Resulta muy conveniente incluso construir un muro que ofrezca mayor intimidad o bien optar por vidrio translúcido, que deje pasar la luz, pero garantice la privacidad deseada.
Sigue leyendo en Publimetro: