Hay días en que uno amanece con ganas de comer algo delicioso, fresco, sano y en un ambiente relajado donde pueda sentirse a gusto, dejar que fluyan los pensamientos positivos, las cosas buenas de la vida y, un buen lugar para conectar con todo esto, es el Café Urbano, dentro del Hotel Presidente Intercontinental.
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El restaurante
El sitio es casual, pero elegante, se enfoca principalmente a ofrecerte un vasto buffet de desayuno y, por la tarde, comidas a la carta en la que utilizan productos frescos, orgánicos y de sabores locales, en los que incluye platillos variados y bien balanceados, basándose en la temporalidad y frescura de los ingredientes los cuales añaden nuevos sabores, texturas y colores que sorprenden.
En esta ocasión acudimos a comer, pero nos quedamos con las ganas de ir a probar el desayuno para otra ocasión porque los meseros lo describieron como bastante bueno y a un precio de 399 pesos.
La carta no es muy amplia, se compone de cuatro apartados: entradas, ensaladas, sopas y cremas, platos fuertes y postres, además de otro llamado Easy Gourmet en los que podrás encontrar pokes, pizzas y toasts.
La experiencia
Empezamos con ceviche de mariscos en clamato de chiles ahumados, el cual consiste en una mezcla de pulpos y camarones marinados en clamato casero de chile morita y cascabel, servido en una copa coctelera, adornado con un abanico de aguacate y coco fresco, ¿a poco no dan ganas de probarlo?
Continuamos con una ensalada de heirlooms (vegetales que no están genéticamente modificados) y burrata de aceitunas sobre mezcla de jitomates aliñados con aceite de oliva extra virgen y mezcla de pimienta rosa que dan un resultado inusual.
La verdad es que estábamos muy sorprendidos por los platos degustados, pero como estaba lloviendo, se antojó una sopita caliente, así que mi acompañante pidió un caldo Xóchitl, el cual lleva pollo, arroz, aguacate, jitomate, cilantro, cebolla y chile, mientras que yo elegí la crema de almendras con crujiente de jamón serrano que, de verdad, tienen que probar su suave consistencia acompañada de corazón de poro confitado en mantequilla y crujiente de jamón serrano…una auténtica delicia.
De plato fuerte pueden encontrar filete de robalo, picata de pollo al limón, huachinango con arroz y espárragos, bao de camarones roca o filete de salmón al horno y risotto negro, por mencionar algunos, aunque nosotros nos fuimos por el rib eye con papa al horno con crema ácida y tocino, acompañado de ensalada fresca, con su respectivo vino para maridar.
Dulce final
El dulce final corrió a cargo de un creme brulée de chocolate y avellanas, acompañado de sus respectivos capuchinos, para así terminar con el alma completamente restaurada después de haber vivido tan placentera experiencia.
Café Urbano es una visita que no se pueden perder si quieren probar algo diferente y saludable en un ambiente contemporáneo y relajado, con una amable atención, pero sobre todo, para conectar cuerpo y mente mediante la experiencia sensorial que provoca la buena alimentación.
