Sí, siempre que se menciona Acapulco lo primero en lo que uno piensa es en las soleadas playas, el Bananna boat e inclusive en Luis Miguel, pero Acapulco tiene más que ofrecer además de los espectaculares clavados en La Quebrada, y es por eso que te decimos de estos tres puntos de interés para tu próxima visita a este destino paradisíaco.
Acapulco es uno de los puntos turísticos más importante para México; desde ser uno de los puertos marítimos más importante del mundo, siendo un nexo importante entre Panamá y San Francisco; ser uno de los destinos preferentes de los extranjeros -tan solo el verano de este 2022, recibió a 947 mil turistas- , y ser uno de los centros de reunión de personajes de la farándula y espectáculo de todo el mundo y México.
Pero el puerto de Guerrero esconde entre sus paradisíacas playas y lujosas tiendas, tres puntos de interés de los cuales muy poco se hablan de ellos e incluso permanecen entre el misterio y son desapercibidos por los turistas.
Laguna de Tres Palos
Por lo regular las playas de Acapulco son los principales destinos naturales que tiene que ofrecer, sin embargo, uno de los litorales más grandes del estado de Guerrero es la Laguna Tres Palos. Con una extensión que va de los 1.5 km de longitud y una anchura de 5.5 km, este recinto natural es comparable a la bahía del propio Acapulco.
Una de las reservas naturales más grandes e importante de los manglares del Pacífico Mexicano. Entre mangles negros, rojos y blancos podrás observar la riqueza de fauna y flora que se encuentran entre los canales, desde pelícanos blancos, patos, espátulas rosas y reptiles como el cocodrilo y la iguana.
De hecho, esta laguna es considerada como zona de reproducción de varias especies como el cocodrilo, el camarón, garzas, fragatas e iguanas.
Otro de los atractivos es su singular tratamiento de belleza: mascarillas de barro negro, cuyas propiedades naturales, se dice, permiten exfoliar y regenerar la piel.
Fuerte de San Diego
Este sitio coloquial funge actualmente como el Museo Histórico de Acapulco y es albergue de la historia del puerto de Guerrero, de las antiguas poblaciones Mezcala, y es cuna del nacimiento de las exportaciones entre Manila, China y la Nueva España.
Construido en 1616 a cargo del ingeniero holandés Adrian Boot y el arquitecto Marqués de Vauban, se le bautizó como el santo patrón 13° Virrey de Nueva España, Diego Fernández de Córdoba, marqués de Guadalcázar, y a los baluartes de cada punta de muralla se les nombró: “Rey”, “Príncipe”, “Duque”, “Marqués” y “Guadalcázar”.
En 1986 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en conjunto con el Consejo Nacional y Estatal “Adopte una Obra de Arte”, y la Asociación de Amigos del Fuerte de San Diego, se rescató el Fuerte de San Diego para que sea la casa que guarda la historia de Acapulco.
La Casa de Los Vientos
Diego Rivera, pintor y muralista mexicano, fue un gran amante de la cultura mexicana y acérrimo nacionalista. Desde 1956, debido al cáncer que lo terminó matando, tuvo que mudarse hacia Acapulco, donde fue recibido por su íntima amiga, la actriz Dolores Olmedo, hasta la muerte del artista en 1957.
En la casa de verano de la actriz se instaló Rivera y fue lugar que atestiguó las últimas obras del muralista. Tres murales del artista están en este recinto y el que más destaca es la “La Casa de Exekatlkalli” o “La Casa de Los Vientos”, obra de arte que trabajó con piedra volcánica y azulejos de múltiples colores para representar a las deidades mexicas Quetzalcoatl y al dios del viento Echécatl -o Exekatlkalli-.
Está ubicada en la calle Diego Rivera, fraccionamiento la Playas, en la zona del Acapulco Tradicional y en el cerro de la Pinzona, la cual actualmente es una casa cultural fundada por Grupo Slim y la Secretaría de Cultura de Guerrero.
Para la próxima vez que viajes a Acapulco, ten en mente estos tres puntos de interés que la bahía de Guerrero tiene guardados en sus entrañas. Si estás aburrido después de cuatro días de ir solo a la playa, date un tour y haz que tu visita a Acapulco sea diferente a la de los demás.