El puerto de Acapulco siempre sorprende a todo turista, nacional o internacional, que llegue a su paradisíaco ecosistema. Playas, acantilados, paisajes, restaurantes y bares. Además de que tiene uno de los ecosistemas más ricos en cuanto a flora y fauna, que pertenece a la selva cauducifolia, integrado por especies como el cazahuete, pochote, inclusive teniendo pinos y encinos.
Y en estos tiempos donde se vive una situación climática y medioambiental preocupante, es necesario tomar acciones para que la salud del planeta Tierra no se siga deteriorando más por las acciones humanas que han dañado progresivamente al mundo durante más de 100 años.
El Jardín Botánico de Esther Pliego de Salinas (o Jardín Botánico de Acapulco), es una de las casas botánicas más grandes del estado de Guerrero, con una población de flora de mil 200 especies y más de tres mil ejemplares a su cuidado, entre las que se encuentran 105 familias de plantas.
Claramente el mayor atractivo de este punto de interés es la exploración, observación y aprendizaje de las miles de plantas que están bajo la protección del Jardín Botánico Esther, pues durante su visita podrás aprender sobre la importancia del cuidado del medioambiente y cómo ayudar a propagar la siembra de estas especies.
Uno de los principales objetivos de este proyecto ecológico, que nació el 2 de marzo del 2002, es la propagación, conservación y cultivación de plantas endémicas, amenazadas y protegidas del peligro de extinción. La creciente huella urbana en Acapulco es inevitable, pues la población sigue en constante crecimiento, y por ende, se toman sitios ecológicos para poder desarrollarse.
Con la ayuda de miles de voluntarios, se le enseña a los visitantes la gran importancia de aprender sobre las especies que están situadas en Acapulco y demás lugares, para saber cómo preservarlas y el cuidado correcto para un mejor medioambiente.
Atractivos
El Jardín Botánico de Acapulco inició como un pequeño sendero natural creado por las 32 socias del Primer Club de Jardinería de Acapulco (fundado por Esther Pliego de Salinas y María Garza de Dávila), y lo abrieron al público con motivo de la celebración del décimo aniversario del Club.
Año tras año, seguían llegando las especies al sendero y tiempo después, logran un convenio con la Universidad Loyola del Pacífico quien donó seis hectáreas de su terreno para la expansión del Jardín Botánico.
Hay múltiples actividades para los visitantes, desde refrescarse con las grandes cascadas naturales de rocas de granito de 2 metros de altura –y poder tomarte una foto envidiable para tus redes sociales-; puentes elevadizos que atraviesan todo el Jardín Botánico y podrás observar desde una diferente perspectiva el puerto de Acapulco. Los puentes elevados cuentan con elevadores para que todos puedan disfrutar de los paisajes.
Estanques y cuerpos de agua para poder observar las especies de fauna acuática, una terraza para poder descansar y meditar entre la majestuosidad y serenidad de los árboles; presenciar eventos culturales y artísticos en el pequeño anfiteatro con una capacidad de 120 personas; y un reloj solar polar de hierro inoxidable diseñado por Hugo Salinas Price.
Visita el Jardín Botánico de Esther en este próximo puente del 16 de septiembre, o en tu próxima viista, ubicado en la Av. Heroico Colegio Militar s/n, Fracc. Cumbres de Llano Largo, C.P. 39820. Acapulco, Guerrero, México; la entrada general está en 70 pesos, pero si eres maestro o estudiante, tu boleto te costará solo 30 pesos, y si bien, quieres un recorrido turístico, tiene un valor de 500 pesos.
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