Actualmente el agresivo cambio climático ha dejado secuelas inmediatas -y casi invisibles- en grandes ciudades, llenando el aire de metales pesados y haciéndolo hasta cierto punto tóxico; es por eso que la piel, uno de los órganos más grandes del cuerpo humano, debe de ser cuidado y tratado para que pueda protegernos de factores de riesgo como resequedad en la piel, aparición de manchas, heridas y lesiones, e incluso, de enfermedades más graves como el cáncer de piel.
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El año ya lleva delantera y es momento de probar que tus propósitos de Año Nuevo se hagan presentes al cuidar la salud de la piel con el tratamiento adecuado, además de que te servirá para lucir una piel radiante, llena de luminosidad y suavidad, sigue estos cuatro consejos para lograr un cutis sano y estético:
Ten una piel firme
Con el paso de los años es obvio que la piel vaya perdiendo firmeza, un paso fundamental para evitar este signo de envejecimiento es mantener una hidratación adecuada, tanto externa como internamente. Hidrata tu piel y después alguno uso de crema corporal elaborada a partir de productos naturales como sábila, aguacate, almendras, avena y miel; masajeando la piel para que la absorción sea mejor.
Asimismo, es importante que consumas agua natural diariamente, por lo menos dos litros al día, pero si estás empezando a generar este hábito, no te apresures, acostúmbrate poco a poco a tomarla y deja progresivamente los refrescos.
Exfolia tu piel
La limpieza de la piel no solo está en hidratarla y aplicar cremas corporales, la exfoliación de ésta es importante para remover células de piel muerta, liberar impurezas, así como limpiar los poros para mejorar su apariencia.
Uno de los mejores elementos para exfoliar tu cutis tajantemente, es utilizar mascarillas que contengan azúcar, de esta manera los cristales actúan como partículas exfoliantes que depurarán los poros de la piel, eliminando todo rastro de células muertas, y por ende, las zonas ásperas se harán suaves y la circulación de la sangre mejorará.
Toma uno que otro baño de sol
La naturaleza es la gran aportadora de minerales y vitaminas que necesita el cuerpo para rejuvenecerse, y el sol también juega un papel en éste ámbito. Tomarse periódicamente baños de sol le brindará a tu cuerpo la vitamina D que a veces es necesaria para darle ese brillo y suavidad que luego pierde la piel.
Sin embargo, como todo en exceso, puede ser malo; la exposición continua a los rayos solares puede ser muy perjudicial para la salud de la piel, dañándola con quemaduras, irritación, aparición de manchas y en el peor escenario, ser causante de cáncer de piel. Evita esto con el uso diario de bloqueador solar con un FPS mayor a 30 o 50.
Come y descansa debidamente
A pesar de los otros tres consejos, el más ideal es este, pues con el correcto descanso (siete horas), así como llevar una alimentación balanceada, quitando los excesos de las grasas saturadas y carbohidratos, priorizando el consumo de frutas y verduras; realizar ejercicio por lo menos media hora al día, harán que tu sistema inmune se mantenga con fuerza y brinde la protección necesaria a tu piel de heridas, facilitando una sanación más rápida.
Con estos cuatro sencillos consejos, que puedes adoptar diariamente para sacar viejos hábitos nocivos, tendrás la salud en tu piel que deseabas, luciendo un cutis suave, luminoso y sobre todo, con bienestar y cuidado.
