Educación

Cómo proteger el bienestar y la salud emocional de los niños y adolescentes frente a los efectos que dejó la pandemia

Más de un 15% de la población de América Latina sufrió un caso de ansiedad o depresión

Debido al confinamiento por el COVID-19 y las restricciones asociadas a la pandemia, la interacción social de los niños, niñas y adolescentes disminuyó significativamente luego del encierro. Esto provocó que miles de ellos respondieran de manera negativa en su conducta y aminorara su relación con los demás.

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Tanto es así que según datos de la Unicef, se reveló que más de una cuarta parte de los niños y jóvenes de Latinoamérica y el Caribe experimentaron algún caso de ansiedad y depresión durante el confinamiento.

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De acuerdo con esta encuesta, el 25% de los hogares con menores, al menos uno de sus miembros, presentó síntomas de ansiedad graves, lo que indica la importancia de llevar a cabo acciones dirigidas a mejorar la salud mental de los pequeños.

A raíz de esta problemática, instituciones se unieron para crear un programa con recursos interactivos que apoyan las necesidades sociales y emocionales de los padres y cuidadores, para que estos últimos puedan enseñar a los menores a sobrellevar de mejor manera los tiempos difíciles y a llevar una vida más saludable en cada etapa de su vida.


Recursos a través de las generaciones

Los materiales forman que parte de una iniciativa creada como respuesta a la incertidumbre generada por la pandemia de COVID-19, están siendo distribuidos en más de 100 países y 41 idiomas.

Asimismo, tales materiales interactivos pueden consultarse en la página web https://www.sesamestreet.org/videos

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