José Moro, CEO de Bodegas Cepa 21, concedió entrevista a Publimetro para hablar de su proyectos de las bodegas que dirige, un proyecto en el que confía será líder por los vinos de calidad que produce. Esto fue lo que nos dijo
¿Qué nos puede decir de las Bodegas Cepa 21?
— Bodegas Cepa 21 siempre ha sido mi proyecto más personal, un proyecto que estoy convencido que va a ser líder y que está llamado a conquistar el mundo, porque son vinos de calidad, con alma y con una frescura que llama la atención del consumidor.
Cepa 21 es un proyecto joven, con un concepto inusual en la Ribera del Duero que da el máximo protagonismo a la uva Tempranillo, que es la verdadera reina de la Ribera. Es un año especial porque el vino Cepa 21, nuestro buque insignia, cumple 21 años, es nuestro 21 21.
Es un año en el que echar la vista atrás, y cuando lo hago no puedo dejar de sentir un gran orgullo por todos los logros conseguidos hasta ahora. Plena satisfacción por tener en el mercado cinco etiquetas que reflejan a la perfección lo que siempre he querido transmitir con mis vinos: el legado recibido de mi padre y de mi abuelo, pasión, creatividad, valentía y un profundo respeto por la tierra, esta Ribera del Duero que tanto nos da día a día.
¿Cuál es la característica principal de estos vinos?
— Son cinco vinos de una calidad extraordinaria. Cuando ideé este proyecto ganador lo hice pensando en una bodega diferenciadora, por eso, todos nuestros vinos tienen unas características comunes que comienzan en nuestros viñedos, que se localizan todos en laderas norte, que le otorgan al vino una variedad de matices y una frescura que se percibe desde la primera hasta la última copa.
Además, nuestros viñedos están plantados a diferentes altitudes que van desde los 750 metros hasta los 1000. Este hecho influye directamente en la maduración de la uva: en los viñedos más bajos las condiciones favorecen la elaboración de nuestras referencias más frescas, como Hito Rosado o Hito.
A medida que vamos aumentando la altitud, las condiciones climatológicas son más extremas y hay mayor oscilación térmica entre el día y la noche, de manera que se consigue una maduración fenólica extraordinaria que se traduce en vinos de marcada estructura, ricos en matices e ideales para crianzas más prolongadas, como es el caso de Cepa 21, o de Malabrigo y Horcajo, que son elaborados en viñedos singulares.
Para mí, mis vinos son casi como unos hijos y como un buen padre no puedo dejar de estar tremendamente orgulloso de ellos. De la jovialidad de Hito Rosado; de la juventud con ganas de Hito, un vino amabilísimo; del profundo respeto de Cepa 21, que se entrega en cuerpo y alma; y de la personalidad de Horcajo, la gama más alta de la bodega, un vino casi litúrgico que cuando lo bebes te invita a decir “¡bendito seas!”.
Pero si me preguntan, en estos momentos Malabrigo me tiene fascinado, es un vino que es un fiel reflejo de lo que es Castilla, austero, complejo, respetuoso, pero con unos matices y una personalidad apabullante. Para mí Malabrigo es un vinazo a todos sus efectos.
¿Cuál es el principal aprendizaje que han obtenido a lo largo de estos años de la creación de Cepa 21?
— He tenido la inmensa suerte de aprender de los mejores, de mi padre y de mi abuelo, de quienes obtuve las lecciones más importantes, a amar el vino y a respetar la tierra.
No hay mejor legado que ese, pero como todo, tiene que ir acompañado de un esfuerzo y una mejora constante. Desde que empecé en el este mundo que me apasiona, hace más de 30 años y con una incipiente DO Ribera del Duero, el mundo ha cambiado mucho, y como hijo de nuestro tiempo, la innovación tecnológica ha sido el gran aprendizaje en estos últimos años.
Desde el principio de mi carrera tuve claro que la innovación sería un pilar fundamental, siempre de la mano de la tradición. Pero estoy convencido, y así lo he ido percibiendo a lo largo de todos los años, que la innovación te da la llave de la información y de la toma de decisiones. A mayor información, menor intervención en la naturaleza, así que creo que apostar por los avances tecnológicos, siempre sin perder nuestra esencia, ha sido y será la clave de la diferenciación.
En Bodegas Cepa 21 he apostado por implantar la tecnología más novedosa en todo el proceso, desde el control de los viñedos, a su simulación en 3D para conocer qué variables y técnicas son las mejores para conseguir la mejor uva posible y en perfectas condiciones.
Cepa 21 es el conjunto de la pasión por el vino, la tradición, el respeto por el terroir y la búsqueda constante de la innovación aplicada a nuestro sector.
¿Cómo ha aceptado el mercado mexicano estos vinos?
— México es un país en el que siempre me he sentido como en casa y que siempre nos ha recibido con los brazos más que abiertos, y eso es algo que valoro, y lo valoro mucho porque significa que el consumidor de México es un consumidor exigente al que le gustan los vinos de calidad.
Para Bodegas Cepa 21, México es un mercado fundamental en el que tenemos grandes y muy buenas alianzas y para mí es un gran orgullo poder llevar una parte de nuestra Ribera del Duero a un país que siento como mío.
Estoy seguro de que todos nuestros vinos estarán cada vez más y más presentes en los bares y en las casas de todos los mexicanos, porque la cultura del vino está cada vez asentada en México, y eso es algo que os sitúa en un lugar estratégico para toda bodega que se precie, y Cepa 21 es una bodega que aprecia México como ninguna otra.
¿Qué planes tiene preparados para este 2023?
— El presente y el futuro ahora mismo pasa por posicionar a Bodegas Cepa 21 en el lugar que se merece, que es en la parte alta de la tabla. Este en un proyecto ganador y ahora estamos apostando muy fuerte por asentar una marca muy potente con unos vinos de una calidad excelente.
Estamos preparando un cambio de imagen para final de este año que llegará a México en 2024, así que el futuro, si cabe, es más apasionante que nunca. Aún no podemos desvelar más, pero creo que la nueva imagen va a dar un golpe en la mesa y sumar en el crecimiento de Bodegas Cepa 21.
¿Alguna novedad para el mercado mexicano?
— Como te decía, ahora mismo estamos trabajando mucho y volcando todos nuestros esfuerzos en asentar Bodegas Cepa 21 como una marca potente y líder tanto en España como en los países en los que exportamos.
En el último tramo de este año vamos a presentar una nueva imagen de nuestras bodegas que va a llegar a México a principios del año que viene. Es una nueva imagen de la que estoy muy orgulloso y que habla mucho de la historia que he vivido junto a mi padre y mi abuelo, y de mi forma de entender el vino.
Esperamos, además, seguir conquistando el mercado mexicano cerrando acuerdos con los centros de consumo locales para que nuestros vinos estén en todas las mesas y en todos los brindis de México.