Con el paso del tiempo, el estrés, el sol y otros factores provocan la aparición de lo que la industria del beauty llama signos de la edad. Estos incluyen desde líneas de expresión, arrugas en la boca y nariz (sobre todo en las comisuras) en los ojos (conocidas como patas de gallo) e incluso exceso de piel en el cuello (la temida papada).
Actualmente existen múltiples opciones, tratamientos e intervenciones para combatir los signos de la edad. Hoy en día la ciencia ofrece procedimientos cada vez menos invasivos y otros se vuelven más seguros y accesibles. Una de estas opciones es el lifting o estiramiento facial. Hoy te decimos todo lo que necesitas saber sobre este procedimiento.
¿Cómo funciona el lifting?
Lo primero que tienes que saber es que el lifting es un tratamiento quirúrgico. Consiste en retirar el exceso de piel en el rostro y cuello para después tensar sus músculos. Con los años y los avances de la tecnología cada vez es un procedimiento más seguro que se realiza de forma habitual sin apenas riesgos ni efectos secundarios.
Para llevar a cabo la cirugía el médico realiza la incisión desde el contorno de la oreja, esto para que la cicatriz quede escondida con el cabello. Lo siguiente es reposicionar las capas de músculo, grasa y piel, una vez finalizada esta parte se retira el tejido sobrante. Una vez finalizada la operación se sutura con punto la incisión.
Si el caso y el paciente lo amerita a veces la cirugía es complementada con una lipoinyección con cánulas muy finas. Esto se hace para darle forma al rostro, en especial porque con la edad los cojinetes de grasa facial disminuyen y provocan que las mejillas se vean caídas.
Otro de los procedimientos que acompaña al lifting es la blefaroplastia, con la que se elimina el exceso de piel en los párpados superiores.
Uno de los tratamientos actuales más revolucionarios y seguros es el ULFIT de Ultraformer III, ya que resulta mínimamente invasivo. Además ofrece un procedimiento instantáneo que no requiere de tiempo de inactividad, ni siquiera requiere anestesia.
Recomendaciones y precauciones
La recuperación de este tipo de intervención es relativamente corta y sencilla. El paciente normalmente requiere de una noche de hospitalización y aproximadamente tres semanas de recuperación antes de reincorporarse a la vida social y labora. Una vez en recuperación no se recomienda hacer ejercicio de fuerza ni actividades que puedan dañar la cara. Además se recomienda no exponer la piel al sol durante los siguientes tres meses.
Como siempre, antes de cualquier intervención quirúrgica es mandatorio acudir a un especialista ya que este sabrá recomendarte lo mejor para tu caso particular. Algunos expertos recomiendan complementar el proceso quirúrgico junto a un acompañamiento psicológico.