En un rincón de México, resguardado por siglos de tradición y pasión, se encuentra el origen del mezcal, una bebida ancestral que ha cautivado corazones y paladares alrededor del mundo.
El mezcal, cuyo nombre deriva del náhuatl “mexcalli” que significa agave cocido, es una destilación de corazón y alma. Su proceso de producción, meticuloso y artesanal, comienza con la selección cuidadosa de agaves silvestres o cultivados, los cuales son cocidos en hornos de tierra durante varios días para liberar sus azúcares naturales. Luego, las piñas cocidas se muelen para extraer los jugos que serán fermentados y destilados posteriormente.
Esta bebida ancestral se convierte en un verdadero viaje sensorial que nos conecta con la riqueza de la tierra y la cultura de México y, en este fascinante panorama, la marca Montelobos crea mezcales que capturan la esencia misma del agave y transmiten la pasión de los maestros mezcaleros que los elaboran con profundo respeto por las tradiciones y un enfoque en la sustentabilidad.
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Desde el clásico Espadín, pasando por el intrigante Ensamble, hasta llegar al refinado Tobalá y el festivo Pechuga, cada líquido ofrece toda una experiencia. Es por esto que esta marca de destilados te trae una guía rápida para degustar y catar las expresiones de mezcal más buscadas.
Prepárate para la cata de mezcal
Elige un lugar sin olores fuertes que puedan afectar los aromas del mezcal, asegúrate de tener agua para enjuagar la boca entre catas. Utiliza un vaso de vidrio transparente y delgado para apreciar el color y los aromas.
Comienza con la vista
Examina el color del mezcal; observa si es transparente, ligeramente ambarino o si tiene tonalidades doradas, inclina el vaso para apreciar la viscosidad del líquido; un mezcal de calidad debe tener una lágrima densa y persistente en las paredes del vaso.
Evalúa los aromas
Acércate al vaso y huele ligeramente el mezcal sin introducir la nariz en el vaso. Identifica los aromas presentes como notas frutales, herbales, ahumadas, florales o terrosas, después remueve ligeramente el mezcal en el vaso para liberar más aromas y vuelve a oler.
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Nota cómo evolucionan los aromas y qué nuevos matices puedes percibir.
¿A qué te sabe?
Toma un sorbo pequeño de mezcal y déjalo recorrer toda la boca, después, identifica las diferentes notas de sabor como lo dulce, amargo, ahumado, frutal, especiado o terroso.
Intenta identificar la complejidad y equilibrio de sabores en el mezcal, presta atención a la textura y sensación en boca. ¿Es suave, cremoso, ligero o picante? Explora los diferentes tipos:
¿Cómo maridar las distintas presentaciones de esta marca?
Espadín
Equilibrado y versátil a la hora del maridaje. Armoniza a la perfección con una amplia gama de sabores, desde aquellos dulces hasta ahumados y cítricos. Permítele deslumbrar tu paladar junto a tiraditos, ceviches, carnes magras y postres.
Ensamble
Este mezcal complejo se combina de manera excepcional con toques dulces y frescos, convirtiéndose en el compañero perfecto para ensaladas y frutas; cambia la tradicional naranja por una rodaja de jitomate y tomate para percibir mejor sus profundas notas cítricas y herbales.
Tobalá
Una expresión elegante del mezcal que es perfecta para aquellos que buscan disfrutar de sabores más intensos, notas frutales y ácido-dulces. Se marida a la perfección con quesos, embutidos, uvas, manzana verde y platillos especiados presentes en la amplia gastronomía mexicana.
Pechuga
Un homenaje a una técnica de producción centenaria que se produce de una tercera destilación con pechuga de guajolote y brinda una experiencia sensorial por los frutos de temporada y especias seleccionadas para su elaboración. Su sabor único se complementa con chocolates semiamargos, mole, frutos secos y dátiles.