¿Sabías qué un bozal que no permite abrir la boca a un perro y permitirle sacar la lengua para jadear, podría poner en riesgo su salud y provocarle un golpe de calor?
De igual manera, no debes dejar a tu mascota en un auto expuesto al sol. Por ejemplo, 22°C de temperatura al exterior, se pueden convertir en 38°C al interior de un auto cerrado y sin ningún tipo de ventilación, después de solo 20 minutos y si la temperatura del perro sobrepasa los 39 grados, podría sufrir hipertermia. i
El verano es la estación del año con las temperaturas más altas, por tal motivo Ganador, alimento para perros 100% completo y balanceado, te comparte algunos consejos para el cuidado de los lomitos en esta temporada:
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Viajes seguros y refrescantes
Al momento de llevar a tu mascota en el vehículo necesitas tomar en cuenta diferentes aspectos, no solo la seguridad (como el uso de arneses), sino la temperatura al interior. Recuerda mantener ventilado el auto y si tus trayectos son largos o sales de carretera con él, procura realizar algunas paradas para bajarlo y se pueda refrescar con un poco de agua.
Hidratación frecuente
La hidratación es la clave para evitar los golpes de calor en tus mascotas, en estos días calurosos. Coloca bebederos de agua en la sombra y procura cambiarlos al menos un par de veces al día.
Además, puedes refrescar a tu perro con alimento húmedo con agua suficiente para hidratarlo. Este puede ser mezclado con las croquetas y es una opción 100% completa y balanceada.
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Paseos ideales
Si eres de los que acostumbra paseos al medio día sobre el asfalto, recuerda la regla de los cinco segundos: coloca el reverso de tu mano en el suelo y si no resistes el calor, evita el paseo con tu lomito en ese horario.
Recurre a paseos temprano o por la tarde/noche. y evita las horas de mayor intensidad de calor para impedir que el asfalto pueda provocarle quemaduras o lesiones. Busca caminatas en parques o zonas con pasto.
Recuerda, así como los humanos utilizan zapatos en la calle, los canes tienen cuatro almohadillas, que además de ser amortiguadores y protectores al caminar, correr o brincar, tienen glándulas sudoríparas que son reguladores de temperatura.
Son resistentes, pero también sensibles a las altas temperaturas, por lo que deberás poner atención a ellas de manera recurrente después de cada paseo. Las almohadillas sanas son suaves y firmes, no resecas, ni con grietas.