El aceite de oliva, aunque relativamente escaso en el mercado mexicano, experimenta un crecimiento significativo debido a sus propiedades únicas, beneficios a la salud y sabor inigualable. A pesar de que España lidera la producción mundial de este aceite, México enfrenta un bajo consumo, creando una oportunidad de expansión en el mercado.
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Una iniciativa que promete
España, como principal productor global de aceite de oliva con más de un millón de toneladas anuales, abastece más del 90% del mercado mexicano. A pesar de esta oferta, el consumo per cápita en México es considerablemente bajo en comparación con España, destacando la brecha en el mercado y las oportunidades de crecimiento.
La Interprofesional del Aceite de Oliva Español, dirigida por Teresa Pérez, ha trabajado incansablemente desde 2009 para introducir y posicionar el aceite de oliva en el mercado mexicano. A través de colaboraciones con el gobierno español y la Unión Europea, se busca destacar tres pilares fundamentales: sabor, salud y sostenibilidad.
Beneficios a la salud
La dieta mediterránea, que utiliza el aceite de oliva como base de grasas saludables, se reconoce por sus beneficios para la salud. Rica en lípidos monoinsaturados, esta opción puede regular los niveles de colesterol en sangre y contribuir al bienestar general.
A pesar de estos beneficios, existen barreras culturales, como la percepción errónea de que el aceite de oliva no es apto para cocinar, y la falta de conocimiento sobre los beneficios a la salud en diversos platillos.
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“Tiene antioxidantes naturales, al ser el zumo de una fruta, esto le confiere no sólo el aroma y el sabor, sino que también ayuda a frenar el estrés oxidativo, el proceso de oxidación y envejecimiento celular”.
— Teresa Pérez, directora general de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español
Una industria sustentable
En cuanto a la industria, el aceite de oliva puede ser producido de manera sustentable, generando desperdicio cero. Los residuos de la producción como las pastas y los huesos se pueden utilizar como abono, combustible y materia prima para otros productos, contribuyendo a la creación de un ecosistema sostenible.
“Hemos identificado que frena gases de efecto invernadero como el CO2, por cada litro de aceite que se produce, el olivar capta 11 kilos de este compuesto”.
— Teresa Pérez, , directora general de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español
En resumen, el aceite de oliva, con su rica herencia y beneficios, se presenta como un ingrediente versátil y saludable, listo para conquistar más paladares mexicanos y convertirse en un elemento clave en la cocina y la cultura culinaria del país.