Este año se celebró el Concurso Mundial de Bruselas en Guanajuato, el evento tiene como objetivo reunir las mejores etiquetas de vinos, destilados y bebidas alcohólicas de alta calidad para reconocer los esfuerzos de los productores.
En esta nueva edición se ha optado por dividir el concurso en 4 sesiones dedicadas a evaluar profesionalmente una distinta tipología del vino:
- Vinos Rosados
- Vinos Tintos y Blancos
- Vinos Espumosos
- Vinos Dulces y Fortificados
Los detalles de la competencia
Durante el evento, que tuvo lugar del 7 al 9 de junio, casi 7 mil 500 vinos de 42 países fueron evaluados por expertos del sector vitivinícola internacional.
Estos especialistas, procedentes de 45 nacionalidades, cataron a ciegas los vinos presentados, considerando únicamente su añada. Solo el 30% de los vinos participantes obtuvo una medalla.
El 31º Concours Mondial de Bruxelles ha revelado sus resultados, en donde se puede apreciar que España destacó como uno de los principales países productores de vino, pues se llevó a casa más del 31% de las medallas.
Viñedos de tradición con excelentes etiquetas
Hasta el momento, solo las dos primeras sesiones y categorías cuentan con los resultados de los reconocimientos, en donde dos de las añadas de José Moro en Bodegas Cepa 21 han brillado con luz propia.
Su etiqueta 2020 ha sido galardonada con la Gran Medalla de Oro y el Premio al Vino Español Revelación, mientras que Malabrigo 2020 ha recibido una Medalla de Oro, destacándose en el certamen celebrado.
Cepa 21 es un vino arraigado en la tradición vitivinícola auténtica de la Ribera del Duero, pero con un enfoque innovador. Elaborado con uvas de un enclave ideal en Castrillo de Duero, donde la exposición norte, el clima y el suelo arcilloso-arenoso se combinan para producir una calidad de uva excepcional.
Malabrigo, por su parte, es el nombre de una parcela emblemática que se caracteriza por unas condiciones climáticas extremas con grandes oscilaciones térmicas que le otorgan un gran carácter a este vino merecedor de Medalla de Oro.
Ambos vinos representan la excelencia y el carácter distintivo de la Ribera del Duero y el sello indiscutible de su creador, José Moro, que ha volcado toda su experiencia y legado recibido en dotar de alma a estas referencias que una vez más se posicionan en lo más alto con estos reconocimientos obtenidos en el Concours Mondial Bruxelles.