Costalegre, un paraíso por descubrir en Jalisco

Jalisco es un estado con una amplia y diversa oferta turística para todos los gustos e intereses, prueba de ellos son sus nueve pueblos mágicos, su bella capital Guadalajara, su mundialmente conocido Puerto Vallarta y una bella región denominada Costalegre que aunque aún no es tan conocida, tiene todo para convertirse en un destino muy visitado en poco tiempo.

Costalegre es un litoral de 300 km que se ubica entre el puerto de Manzanillo, Colima y Puerto Vallarta, Jalisco, que está integrado por los municipios de Cabo Corrientes, Cihuatlán, La Huerta y Tomatlán en el que podrás conectarte con la naturaleza, a través de la observación de las aves, los esfuerzos que hacen algunas asociaciones para preservar a las tortugas y, por supuesto, conocer bellas playas que no aún no atraen a las multitudes.

Costalegre, Jalisco — Nada como disfrutar del atardecer en la playa de Yelapa. (Pubimetro/Ignacio Campos)

El inicio de la aventura

Para conocer la región de punta a punta, llegamos al aeropuerto de Manzanillo, Colima, donde inmediatamente nos trasladamos a Barra de Navidad, un pequeño pueblito con mucha vida, lugares para comer, un ambiente agradable y una playa de oleaje suave, ideal para los niños.

Mientras desayunábamos deliciosamente en Mango Café, escuchamos las indicaciones de Kenia Ramos y Julián, los guías de la agencia Explora Calaccita, que bajo el lema “Descubre, conecta y protege” nos llevaron a conocer la zona y el avistamiento de aves y cambiarnos la idead de que la naturaleza no tiene porqué ser aburrida.

Nuestra primera parada fue conocer la Copa del Sol, perteneciente a la Fundación Careyes, una impresionante estructura cóncava de aproximadamente 27 m de diámetro que funciona como centro de meditación y que se ubica en un acantilado con una vista majestuosa a Playa Teopa. Esta monumental obra la mandó hacer Gian Franco Brignone, el fundador de Costa Careyes, y el acceso es solamente con previa reservación.

Punta Pérula

Nuestro siguiente destino fue este encantador pueblo costero con playas semi virgen. Uno de sus atractivos es su gastronomía a base de marisco frescos deliciosamente preparados a orillas de la playa Punta Pérula, además de tomar un tour desde su muelle para conocer Isla Cocinas, Isla Pajarera e Isla Colorada.

Este lugar también resulta ideal para diversas actividades acuáticas como surf o snórquel y para el avistamiento de aves, donde bajo la guía de los expertos pudimos conocer 27 diferentes, maravillándonos con lo colorido de sus plumajes o la velocidad de su vuelo.

Santuario de Tortugas

Es extraordinario darse cuenta como mucha gente dedica su tiempo a la preservación de diversas especies, en este caso, el Campamento Tortuguero de Chalacatepec, perteneciente al Santuario de Playa Mismaloya, en el que protegen las tortugas Golfina, Prieta y Laúd.

Aquí realizan por la noche la liberación de tortugas y aceptan a diversos voluntarios para que ayuden en esta noble tarea.

El paraíso en el paraíso

Nuestra última parada fue Tomatlán, pero solamente de paso para tomar un taxi acuático que nos llevara a Yelapa, un pueblo de aproximadamente mil 600 habitantes enclavado al pie de las montañas de la Sierra Madre y al que solamente se puede llegar por mar.

Un lugar muy apacible para desconectar de todo y maravillarse con su exuberante vegetación, sus tranquilas playas y porque aquí no circulan autos, no hay tiendas de conveniencia, ni bancos, solamente un ambiente relajado y sereno.

Nosotros nos hospedamos en Santuario Yelapa, de diseño eco-chic que combina perfectamente con el entorno natural y solamente cinco habitaciones frente al río que nos hicieron apreciar lo pródiga que es la naturaleza.