En México, uno de los favoritos es el Cabernet Sauvignon, una cepa chilena emblemática que destaca por sus sabores audaces y su capacidad para envejecer bien en la botella convirtiéndose en el favorito de las mesas mexicanas.
Este vino tinto, es una elección clásica y versátil para acompañar una variedad de platos. Con su estructura robusta, taninos firmes y sus notas típicas incluyen grosella negra, cereza, ciruela, pimienta verde, y matices de roble, vainilla y tabaco provenientes del envejecimiento en barrica; un Cabernet Sauvignon embotellado puede elevar una comida de buena a excepcional.
ProChile Institución del Ministerio de Relaciones Exteriores, encargada de promover una oferta de bienes y servicios chilenos en el mundo ofrece una serie de recomendaciones para llevar a cabo un maridaje excepcional de la mano de esta selección de vino y así explorar distintas combinaciones desde platillos tradicionales mexicanos hasta un buen corte de carne que permitan aprovechar al máximo de esta joya vinícola:
Maridaje tradicional mexicano
Enchiladas de mole: Para este platillo tradicional sugerimos una salsa espesa y picante hecha de chocolate y chiles. Los taninos firmes y las notas de frutas oscuras del vino se mezclan bien con los sabores intensos del mole, creando una experiencia gustativa profunda y satisfactoria.
Maridaje clásico
Cordero asado: El cordero, especialmente cuando está marinado con hierbas y ajo, combina perfectamente equilibrado con la estructura del vino, creando una experiencia gustativa armoniosa.
Estofado de ternera: Un estofado de ternera cocido lentamente, a través de una salsa espesa y sabrosa, es una combinación excelente resaltando los sabores profundos del vino.
Ravioles de setas con salsa de trufa: La tierra de las setas y la sofisticación de la trufa se complementan maravillosamente con las notas de frutas y especias del vino.
Maridajes modernos
Hamburguesas gourmet: Una hamburguesa gourmet con ingredientes como un queso cheddar envejecido, cebollas caramelizadas y tocino, es una combinación moderna que funciona maravillosamente gracias a los sabores intensos y variados que complementan la complejidad del vino.
Berenjenas a la parmesana: Cuando se preparan con salsa de tomate y queso parmesano derretido, crean un plato vegetariano robusto que se alinean al envejecimiento del vino.
Portobello a la parrilla: Los hongos portobello, con su textura carnosa y sabor terroso, son una excelente opción para los vegetarianos que aquellos que buscan un plato vegetariano que mezcle sabores.
¿Qué necesitas para un buen maridaje?
Balance de sabores: Asegúrate de que los sabores del vino y la comida se complementen, sin que uno sobrepase al otro.
Texturas: Considera la textura de la comida y el vino. Los vinos con taninos firmes funcionan bien con platos grasos, mientras que los vinos ligeros y ácidos son ideales para platos frescos y ligeros.
Experimentación: No tengas miedo de experimentar y encontrar tus propias combinaciones favoritas. El maridaje es tanto un arte como una ciencia.
Maridar vinos chilenos con comida mexicana, con un buen corte de carne, emparedados y hasta platillos vegetarianos son una excelente manera de explorar y disfrutar de las riquezas culinarias de ambos países.
