Las plañideras, esas mujeres a las que se les pagaba para ir a llorar, lamentarse y hasta gritar en los funerales, ahora ya solo se les puede conocer en las películas o en las historias de las abuelas, ante la modernización de los servicios funerarios, como las asistencias en remoto a los velatorios o las proyecciones en pantallas y muros del recuerdo.
Esto porque la digitalización está revolucionando los servicios funerarios en México, un país donde la conexión con los seres queridos trasciende el plano terrenal, por lo que las familias se pronuncian por buscar nuevas formas de recordarlos.
Por ejemplo, hay casas funerarias como J. García López que ofrecen la posibilidad de transformar las cenizas de la persona fallecida en una joya para los familiares, o asistir a un velatorio en remoto.
Una de las últimas tendencias es el uso de las pantallas y muros del recuerdo, esto permite a las familias, mantener vivo el recuerdo de su ser querido. Un ejemplo es Experiencia Infinita, una idea que aprovecha la tecnología en el ámbito de los servicios funerarios.
La idea es capturar los recuerdos más preciados plasmados en fotografías y videos de aquellos que permanecerán en la memoria de familiares y amigos, mediante tecnología inmersiva.
A un año del lanzamiento de Experiencia Infinita, a través de pantallas LED de 2.6 milímetros, anti glare y sonido ambiental, este servicio que ofrece en tres de sus sucursales, precisamente refleja la conexión de las familias con sus seres queridos.
Así, la casa funeraria fundada en 1981 para ofrecer servicios de cremación fuera de un panteón, se ubica actualmente como una de las primeras a nivel nacional en otorgar cremaciones dentro de sus propias instalaciones.
Sobre todo porque mientras en el México antiguo se daban casos en que lloradoras profesionales acudían a los funerales para expresar su dolor, con esta era digital las personas pueden estar presentes incluso de manera remota.