Factores como el cambio de temperatura, variación en la exposición a la luz solar y el estrés estacional ocasionan una mayor caída de cabello durante el otoño y la primavera. Sin embargo no es tan preocupante como parece. En promedio perder menos de 100 cabellos al día está dentro del parámetro, a partir de 100 a 150 estás en el límite y más de 150 ya representa un problema
Al respecto, el especialista en trasplante capilar, Enrique Orozco, resaltó que existe una explicación científica a lo que consideramos una caída anormal del cabello, esto se debe al efecto conocido como efluvio telógeno estacional.
“El efluvio telógeno es la última fase del ciclo de crecimiento del cabello, la cual comprende tres etapas, que son crecimiento, reposo y caída. Es una condición temporal en la que se experimenta una caída del cabello más pronunciada de lo habitual debido a cambios estacionales. Durante esta fase, una mayor cantidad de folículos pilosos entran en la fase telógena, que es la etapa de reposo, lo que provoca que el cabello se caiga fácilmente”, dijo.
Explicó que de manera afortunada, esta situación es reversible y temporal. Con el tiempo, el cabello vuelve a crecer normalmente sin necesidad de tratamientos médicos específicos, aunque mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable puede ayudar a minimizar su impacto.
Para establecer el promedio de pelo que estás perdiendo, el primer paso es contar los cabellos que pierdes en la ducha, cuando te peinas, en el trabajo, en la almohada; este paso se debe repetir durante 21 días; haces la suma y lo divides entre 21; si superas la cifra de 150 cabellos, es necesario visitar al doctor para ser evaluado y también es recomendable que lo hagas como medida de prevención.
Recomendaciones para el cuidado del cabello
- Hidratación constante: Los procedimientos químicos pueden eliminar la humedad natural del cabello. El uso semanal de acondicionadores profundos o mascarillas hidratantes es fundamental para restaurar su vitalidad.
- Protección previa al estilizado: Antes de aplicar calor directo con herramientas como planchas o secadores, emplea protectores térmicos para reducir el daño por calor.
- Espaciado de tratamientos químicos: Evita acumular tratamientos químicos seguidos. Permitir un intervalo entre procedimientos puede ayudar a la recuperación del cabello.
- Nutrición interna: Mantén una dieta equilibrada y nutritiva, rica en proteínas, vitaminas y minerales, para fortalecer la salud del cabello desde adentro.
- Asesoramiento profesional: Consulta a un tricólogo o estilista profesional para recibir recomendaciones personalizadas según tu tipo de cabello y tratamientos previos.
