Decir adiós a nuestras queridas mascotas es un proceso que ha ganado un lugar especial en los corazones de muchas familias mexicanas. El próximo 27 de octubre, como es tradición, se colocará una ofrenda para recibir a estos fieles compañeros, quienes nos visitan una vez más en espíritu, con sus alimentos favoritos esperándolos.
En México, cuando llega el difícil momento de cerrar el ciclo de vida de estos seres que han llenado nuestros hogares de amor, existen servicios funerarios que nos permiten hacerlo de manera respetuosa y llena de gratitud.
Perros y gatos, que alguna vez fueron vistos solo como mascotas, hoy se han convertido en miembros entrañables de nuestras familias. Algunos los llaman “perrhijos” o “gathijos”, pero lo cierto es que la conexión y el cariño que compartimos con ellos han transformado profundamente la convivencia en nuestros hogares.
Según las cifras, en México hay cerca de 23 millones de mascotas, pero solo 5.4 millones tienen un hogar permanente. La importancia de la tenencia responsable y el derecho de brindarles un adiós digno ha tomado una relevancia vital en nuestra sociedad.
Conscientes de este profundo vínculo, J. García López ha creado Bye Bye Friend, el primer santuario funerario para mascotas, una experiencia única diseñada por expertos tanatólogos para acompañarnos en el último viaje de nuestros amigos.
Este santuario ofrece un proceso lleno de amor y respeto, que comienza con la recolección de la mascota en una carroza especial y continúa con un acompañamiento integral, donde guías acompañan a las familias.
En la sala de velación, las personas pueden despedirse de su fiel compañero con calma y rodeados de afecto, antes de dirigirse al jardín para participar en un ritual profundamente emotivo. Inspirada en la leyenda de Nin e Inana, esta ceremonia permite a las familias canalizar sus emociones, agradecer el tiempo compartido y honrar el cruce del arcoíris junto al árbol de los guardianes, símbolo del tránsito de su ser querido.
Momentos especiales como la escritura de la “Carta del Corazón” y el compartir el “Té Cura del Alma” brindan a las familias un espacio para expresar su gratitud y recordar con amor a su compañero de vida. Antes, despedir a una mascota no era posible de esta manera; en muchas ocasiones, terminaban en cremaciones comunitarias o simplemente en el olvido. Hoy, Bye Bye Friend asegura que las cenizas que regresan a casa son las de ese ser único que nos acompañó con tanto amor.
La despedida, sin duda, es una parte esencial de la tenencia responsable. Por ello, el santuario ofrece planes a futuro, permitiendo a las personas planificar con antelación y adquirir un servicio a precio especial, para que cuando llegue el momento, estén acompañados por un equipo especializado que les ayudará a decir adiós de la manera más amorosa posible.
Bye Bye Friend ofrece la posibilidad de honrar la vida y el amor compartido, de despedirnos con la certeza de que nuestros compañeros han sido cuidados y recordados como parte de nuestra familia.