Uno de los grandes pilares de la hostelería en la Ciudad de México es Licorería Limantour. Este bar, que desde 2011 abrió sus puertas en la icónica Avenida Álvaro Obregón, ha logrado deleitar a miles de comensales con sus bebidas innovadoras y una atención increíble.
Recurrente miembro de la lista 50 Best Bars, tanto en su versión mundial como continental, el establecimiento destaca por ofrecer una experiencia única en cada una de sus visitas.
Entre tragos y tradiciones
Con el fin de que sus visitantes pasen un Día de Muertos sin precedentes en compañía de arte y tragos, el bar contemporáneo ha organizado la presentación de la artista Isabel Sánchez, quien a través de la escultura busca evocar un homenaje a la vida y muerte.
Los asistentes podrán degustar un menú especial, elaborado en colaboración con Don Julio 1942, mientras observan la transformación del bar en un altar contemporáneo que cubrirá su fachada con flores de cempasúchil doradas, que guiarán a los espíritus y a los vivos al crear un puente entre ambos mundos.
Hostelería y arte que conecta con los muertos
La Muerte Chiquita consolida la visión y el trabajo de Isabel Sánchez en el uso de técnicas ancestrales. Sus piezas se caracterizan por utilizar tierras específicas que la artista busca cautelosamente por diversas regiones de Oaxaca, a las cuales agrega pulque en el proceso de fermentación.
La artista conecta el ritmo de su corazón con el proceso de amasado de la cerámica, lo que da lugar a obras cargadas de vida y simbolismo a través de un profundo vínculo con la naturaleza y el movimiento.
En esta ocasión, las piezas de la exposición crean una conexión especial con los mitos y las leyendas que aluden al erotismo y los placeres de la vida, al enfocarse en las Matlazihuas que son figuras femeninas que seducen a quienes se cruzan en su camino.
Recipientes del más allá
Entre las piezas destacadas de la exposición se encuentra Brebaje y Placer, una serie de vasos elaborados artesanalmente en forma de calaveras y diablos, los cuales evocan los mitos y rituales de la vida y la muerte en cada sorbo.
Esta colección de vasos tequileros de cerámica está creada a partir de elementos de nuestra cultura como la magia, los menjurjes, los placeres ocultos, la figura del diablo y la misma muerte.
Estas piezas no son solo recipientes, sino una experiencia sensorial y visual donde arte, tequila y tradición se entrelazan.
