De acuerdo con la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el país casi el 45% de los adultos experimentan una mala calidad de sueño. Este problema se refleja en dificultades para despertarse y una somnolencia persistente durante las primeras horas del día.
Ante este panorama, muchas personas buscan soluciones efectivas para mejorar su descanso, y una de las claves radica en elegir el colchón adecuado, especialmente en lo que respecta a su firmeza.
¿Cuál es el impacto del sueño en la salud?
Cabe mencionar que las horas de sueño no sólo afectan el estado de ánimo y niveles de energía, sino que tiene un impacto directo sobre la salud física y mental. Según estudios recientes, dormir entre ocho y nueve horas diarias puede reducir el riesgo de enfermedades graves como cardiopatías, Alzheimer y ciertos tipos de cáncer.
Además, un descanso adecuado es crucial para mantener la concentración y el rendimiento durante el día, lo que afecta directamente la productividad y bienestar en general.
En ese sentido, un factor fundamental para lograr un sueño reparador es la alineación de la columna vertebral, que puede verse afectada por la firmeza del colchón. De acuerdo con Giulianna Boffa, sleep coach y experta en descanso de la compañía Luuna, elegir el colchón adecuado es vital para mantener la postura correcta y, por lo tanto, mejorar la calidad del sueño.
¿Cómo influye la firmeza en el descanso?
Dicho factor tiene un efecto directo sobre la alineación de la columna y la comodidad durante la noche. Un colchón demasiado blando puede hacer que el cuerpo se hunda, causando desalineación y, eventualmente, dolor de espalda. En tanto, un colchón excesivamente firme puede generar presión en áreas sensibles como los hombros y las caderas, lo que puede derivar en molestias y dolor muscular.
Es por ello que elegir la firmeza adecuada del colchón es esencial para evitar estos problemas. Aquí entran en juego tres factores importantes que deben considerarse al seleccionar el colchón ideal:
- Soporte adecuado: La firmeza influye directamente en la alineación de la columna. Un buen colchón debe proporcionar el soporte necesario para que la espalda se mantenga recta y sin puntos de presión.
- Postura al dormir: Dependiendo de la forma en la que se duerma, se necesitarán diferentes niveles de firmeza. Por ejemplo, las personas que duermen de lado tienden a preferir colchones más suaves, que permitan una adaptación mayor a la curvatura del cuerpo, mientras que quienes duermen boca arriba o boca abajo requieren mayor firmeza para un soporte óptimo.
- Peso corporal y distribución: El peso también influye en la firmeza del colchón. Las personas con sobrepeso suelen necesitar un colchón más firme para evitar que el cuerpo se hunda demasiado, mientras que las personas de menor peso pueden optar por una firmeza media o suave.
Dormir bien es fundamental para mantener una buena salud física y mental, y la firmeza del colchón juega un papel crucial en esto. A través de una correcta selección del colchón, teniendo en cuenta factores como la postura al dormir, el peso corporal y las preferencias personales, puedes mejorar significativamente la calidad de tu descanso y reducir el riesgo de problemas de salud a largo plazo.