Kylla Piqueras, una de las artistas peruanas más destacadas en la escena contemporánea, regresa a México con una nueva propuesta visual en su exposición “Santuario”, que se exhibe en la Galería de Arte Ricardo Reyes, en la colonia Condesa, hasta mediados de diciembre de 2024.
Esta muestra es el resultado de más de cinco años de reflexión y creación, durante los cuales Piqueras ha consolidado una obra profundamente ligada a la espiritualidad, las tradiciones ancestrales y la experimentación técnica.
“Santuario”, sincretismo cultural
La exposición reúne un total de 25 piezas que exploran diversos formatos y técnicas, como la pintura, la serigrafía, el bordado y el uso de elementos del arte popular y contemporáneo. Cada obra es un testimonio del sincretismo cultural que Piqueras ha cultivado a lo largo de su carrera, uniendo elementos de su herencia peruana con su interés por las prácticas espirituales de diferentes culturas.
En “Santuario”, la artista invita al espectador a adentrarse en un universo personal y simbólico, en el que la resignificación de íconos ancestrales y la introspección se convierten en las claves para comprender las esencias ocultas de la realidad.
Para Piqueras, el arte es una práctica de conexión profunda con la naturaleza y la conciencia colectiva, un ejercicio que le permite explorar lo que trasciende lo físico. Según Rius, las obras de Piqueras revelan “signos de deslumbrante belleza” que surgen de una constante interacción entre el cuerpo y el espíritu, transformando lo cotidiano en una experiencia visualmente trascendente.
En este sentido, “Santuario” se presenta como una invitación a reflexionar sobre la conexión espiritual que vincula al ser con su entorno natural y ancestral.
Influencias
La obra de Kylla Piqueras está influenciada por su dedicación al estudio de las plantas medicinales de Perú y la simbología sagrada de diversas tradiciones espirituales, un trabajo que ha sido central en su desarrollo artístico.
Además, la artista se nutre de un legado familiar que marca una huella profunda en su obra: su bisabuelo, el escultor y arquitecto Manuel Piqueras Cotolí, fue uno de los principales exponentes del movimiento neo-peruano, un estilo que fusionaba el arte precolombino con el modernismo. A través de su propio trabajo, Piqueras continúa esta tradición, rindiendo homenaje a su herencia cultural y al mismo tiempo, creando un espacio de reflexión contemporáneo.
