La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó los resultados de la Encuesta sobre Habilidades Socioemocionales 2023, en donde resaltan los resultados que tienen los adolescentes latinoamericanos para manejar situaciones personales y sociales que son vitales para la educación, el empleo, la salud y la disminución de la violencia y la criminalidad.
El estudio consideró los siguientes temas relevantes para estudiantes de 15 años:
- Regulación emocional (resistencia al estrés, optimismo, control emocional).
- Desempeño de tareas (autocontrol, persistencia, responsabilidad, motivación al logro)
- Relacionarse con los demás (asertividad, sociabilidad, energía)
- Colaboración (empatía, confianza)
- Apertura mental (curiosidad, creatividad, tolerancia)
En todos los sitios donde se aplicaron las encuestas, -Chile, Perú, México, Brasil, Colombia- los estudiantes más pobres tienen niveles más bajos en la mayoría de las habilidades socioemocionales; asimismo las niñas de 15 años reportan niveles más bajos de habilidades de regulación emocional (resistencia al estrés, control emocional, optimismo), así como de energía y sociabilidad que los niños.
Adolescentes ya no son curiosos, creativos ni tolerantes
Las mayores caídas se observaron en las habilidades de apertura mental (curiosidad, creatividad y tolerancia) y en el optimismo.
Los resultados también podrían estar relacionados con el deterioro global de la salud mental de los jóvenes y su creciente uso de teléfonos inteligentes y redes sociales, que tienden a aislar a los adolescentes y desviarlos de las actividades creativas o sociales fuera de línea.
Chile es uno de los países con algunas de las brechas más grandes en la mayoría de las habilidades socioemocionales entre los estudiantes más pobres y los más ricos. Al mismo tiempo, casi no hay brechas entre los estudiantes más pobres y los más ricos en Perú y solo modestas en estudiantes colombianos.
Los hallazgos del estudio pueden diferir de otros análisis porque los estudiantes de 15 años representan solo un subconjunto de este grupo de edad, ya que los adolescentes más pobres tienen más probabilidades de haber abandonado la escuela cuando cumplen 15 años.
Asimismo proporciona una señal preocupante de que muchos adolescentes latinoamericanos, que han experimentado una interrupción sin precedentes de su aprendizaje, carecen de las habilidades socioemocionales para ingresar a la edad adulta en un mundo desafiante.