Para un estudiante, ver con claridad es una necesidad, ya que la educación se construye leyendo con nitidez, con explicaciones escritas en el pizarrón y con detalles visibles en cada experimento o problema matemático.
Sin embargo, para millones de niños y jóvenes en el mundo, los trastornos visuales representan una barrera silenciosa que limita su aprendizaje y desarrollo.
La miopía, la ambliopía y otras afecciones pueden hacer que un estudiante se pierda en la lectura, cometa errores al escribir o tenga dificultades para seguir una clase.
Falta de atención
En muchos casos, estos problemas visuales no diagnosticados llevan a una baja en el rendimiento escolar e incluso a diagnósticos erróneos que afectan su desarrollo académico y social.
Los estudiantes con trastornos visuales suelen presentar síntomas que pueden pasar desapercibidos o confundirse con falta de atención.
Se frotan los ojos constantemente, sufren de dolores de cabeza recurrentes, acercan demasiado los libros a su rostro o inclinan la cabeza de manera inusual para intentar enfocar mejor.
En el aula, pueden parecer distraídos o desinteresados, cuando en realidad luchan por interpretar lo que está frente a ellos. A largo plazo, esta dificultad genera frustración y, en muchos casos, una pérdida de confianza en sus habilidades académicas.

Problemática global
Detectar a tiempo estas dificultades es clave. Una simple revisión oftalmológica puede marcar la diferencia entre un niño que lucha por entender lo que ve y otro que aprende sin obstáculos.
Sin embargo, el acceso a lentes o tratamientos ópticos no es una opción viable para todos.
En el mundo, más de siete millones de personas enfrentan problemas visuales y casi tres millones no han recibido la atención que necesitan por motivos económicos, sociales o culturales. La falta de recursos y el desconocimiento sobre la importancia de la salud visual agravan esta situación, dejando a millones de niños en desventaja educativa y social.
Campaña por la salud visual
Ante esta realidad, iniciativas como “The Gift of Great Vision” de Kodak Lenses y OneSight EssilorLuxottica buscan cambiar vidas a través de la salud visual.
Con el compromiso de llevar el regalo de una visión clara a quienes más lo necesitan, esta campaña funciona bajo un principio simple pero poderoso: por cada par de lentes Kodak seleccionados que se adquieran en los establecimientos participantes, se donará otro par de lentes de visión sencilla a personas en comunidades vulnerables.
Este esfuerzo global no solo ayuda a quienes necesitan lentes, sino que también promueve la conciencia sobre la importancia de la salud ocular. Una buena visión es clave para el aprendizaje, el crecimiento y la igualdad de oportunidades.

Tener acceso a un diagnóstico y al tratamiento adecuado puede cambiar el futuro de un estudiante y abrirle nuevas posibilidades en su educación y en su vida.
Además, esta campaña no solo busca entregar lentes, sino también fomentar revisiones oftalmológicas periódicas. Muchas veces, los problemas visuales comienzan en la infancia y pueden agravarse con el tiempo si no se detectan a tiempo.
Al brindar acceso a lentes y a evaluaciones profesionales, se contribuye a mejorar no solo el desempeño escolar, sino también la calidad de vida de los beneficiarios, quienes podrán desarrollar sus habilidades sin limitaciones visuales.

Derecho al bienestar
La campaña estará activa hasta el 2 de mayo de 2025, y cada persona que participe, además de mejorar su propia visión, estará apoyando a alguien que lo necesita.
Porque ver con claridad es un derecho, y juntos podemos hacer que más personas descubran el mundo con todo su color y riqueza. Una visión clara no solo impacta en el ámbito académico, sino que también mejora las relaciones personales, la confianza y la autonomía de quienes, hasta ahora, han vivido en un mundo borroso.
Participar en esta iniciativa es una oportunidad para transformar vidas, brindando a más personas la posibilidad de aprender, crecer y desarrollarse plenamente.