Moscow Fashion Week, celebrado en la vibrante capital rusa, consolidó una vez más su posición como el mayor evento internacional de moda. Reuniendo a más de 200 diseñadores de 27 regiones de Rusia y representantes de nueve países, Moscú deslumbró con su diversa exhibición de tendencias.
Firmas de Rusia, España, EE. UU., India, China, Turquía, Indonesia, Sudáfrica y otras naciones desfilaron por las icónicas pasarelas de un recinto histórico enclavado junto a los muros del Kremlin.
La prestigiosa plataforma ofrece a los diseñadores un gran impulso, brindándoles la oportunidad de conectar con su público, captar la atención de los medios y compradores, y obtener valiosas perspectivas de sus colegas.

En sus colecciones, los participantes de Moscow Fashion Week se inspiraron en iconos de la música y el cine, reservas naturales únicas, reinterpretaron el patrimonio cultural en contextos contemporáneos y celebraron su identidad cultural.
Aquí repasamos los aspectos más destacados del certamen, con especial atención a los fascinantes descubrimientos de talentosas marcas rusas.
Colores brillantes
La colección de Rogov se centró en la experimentación emotiva, rompiendo con los estereotipos de estilo. El diseñador combinó cuadros, lunares de leopardo y estampados florales en sus conjuntos.

Alexander Rogov fusionó los tonos más inesperados: naranja con lima, verde hierba con morado oscuro, escarlata con pino. El estampado principal de la colección fue, por supuesto, el leopardo: coloreó los teatrales guantes, prendas de abrigo y cuellos.
La colección presentada por la marca Vereja, titulada Red de Patrones, rinde homenaje al encanto de las plataformas intrincadamente talladas, el resurgimiento de los textiles y el atractivo místico de la magia negra.
Con vestidos adornados con dobladillos majestuosos y miriñaque, la colección nos transporta con naturalidad a una época de gracia y elegancia. Los intrincados detalles y elementos de diseño exhiben una mezcla de inspiración histórica y arte contemporáneo, creando una atmósfera cautivadora y mágica.

Patrimonio Cultural
El fundador de la marca Measure se inspiró en un pueblo con una historia centenaria, famoso por la exquisita artesanía de sus orfebres. En un conmovedor guiño a este arte popular excepcional, adornó sus creaciones con motivos ornamentales de los hábiles artesanos.
Delicados adornos calados embellecían los elegantes vestidos y túnicas hasta el suelo, realzando el encanto de la majestuosa paleta de colores chocolate y esmeralda.

La colección Inniki de Isabella Dordosova evoca el gélido pero impresionante paisaje ártico. La presentación en pasarela creó una ilusión visual cautivadora, ya que las prendas parecían “derretirse” ante los ojos, reflejando la desaparición de las nieves y los inquietantes cambios en el ecosistema ártico.
Los estampados evocaban patrones helados, mientras que los adornos yakutos realzaban el patrimonio cultural de la región.
Experimenta con texturas
La marca Alena Musaeva se embarcó en la experimentación, especialmente explorando una paleta de colores vibrantes. Los tonos tenues se animaron con toques de escarlata, amarillo soleado, verde hierba y azul intenso.

La colección presentó corsés integrados a la perfección en chaquetas y camisas, mientras que los vestidos relajados adornados con motivos florales se combinaron con gorgueras que evocaban el estilo del siglo XVII, añadiendo un toque de encanto histórico a los conjuntos contemporáneos.
Cada temporada, Moscú intensifica su influencia en la cultura global, con un aumento de desfiles internacionales, diseñadores emergentes y la expansión de oportunidades para los mercados en desarrollo de Asia, Latinoamérica y Oriente Medio.