La Ciudad de México empieza a subir de temperatura y el termómetro no miente: la primavera ya está aquí, y con ella, las ganas de un buen helado se vuelven casi una necesidad básica.
Entre paseos, terrazas y atardeceres cálidos, hay un nuevo spot en Polanco que promete convertirse en el escape más refrescante (y delicioso) de la temporada.

En plena calle de Lamartine #300, a vísperas de Semana Santa, un local típico fue transformado en algo que parece salido directamente de una callecita en Roma: Don Nino, una gelatería y pasticceria que celebra lo mejor del sabor italiano, ahora con acento chilango.
Desde que cruzas la puerta, el lugar te recibe con una explosión de color, aromas irresistibles y vitrinas que invitan a caer en la tentación. Todo está pensado para enamorar a primera vista (y bocado): helados artesanales, postres clásicos y café italiano, creados con ingredientes 100% importados de Italia y bajo un principio claro: la excelencia.
El arte del helado, firmado por un campeón
La joya de la corona son sus gelatos, elaborados en el laboratorio propio de Don Nino bajo la mirada del maestro heladero Francesco Mastroianni, Campeón de Heladería Italiana y Embajador del Helado en el Mundo. Su secreto está en el respeto por la estacionalidad de los ingredientes y en recetas tradicionales que combinan técnica, experiencia y creatividad. El resultado son sabores intensos, cremosos y absolutamente adictivos.

Más allá del gelato: postres y café con sello italiano
Pero Don Nino no se queda ahí. Su sección de pasticceria rinde homenaje a la tradición con joyitas como cannoli sicilianos, tiramisú, macarons y otras delicias que cuentan historias de generaciones pasadas, listas para disfrutarse con cuchara (o sin ella).

¿Y para los amantes del café? También hay razones para quedarse. La casa ofrece tres mezclas exclusivas: Strong Blend, Gentle Blend y Toasted Biscuit Blend, hechas con granos seleccionados de Arábica y Robusta para adaptarse a cada estilo de paladar.
Un viaje sensorial (sin salir de la ciudad)
Todo en Don Nino está pensado para transportarte. Desde la decoración que emula los colores y texturas del Mediterráneo, hasta la cuidada selección de ingredientes que respetan las estaciones, lo que garantiza productos naturales, frescos y llenos de sabor.

Y con la llegada del Día Internacional del Helado este 12 de abril, no hay mejor momento para rendirse ante este nuevo templo del dulce. Porque cuando el calor aprieta, no hay mejor plan que perderse entre sabores que cuentan historias y momentos que saben a Italia.