La vida a través de los años resulta compleja o en pocas palabras “La vida cuesta”. Según vayas viviendo, las oportunidades pueden reducirse o magnificarse en un instante, pero ¿qué tal si hablamos de las primeras veces?
Parece imposible pensar que algo pueda ocurrir dos veces como la primera vez, aún es más complicado pensar ¿qué cosas no hemos hecho para que puedan entrar en esa lista que tan reducida de las tan ansiadas “primeras veces”? ¿Cuántas veces hemos visto “las primeras veces” de alguien?
Sin duda es inolvidable aquella sensación de saber que algo ocurrirá por primera vez; tu primera visita al mar, un sabor nuevo que jamás habías probado, la primera vez que el amor llegó a tu vida, o la primera vez que te rompieron el corazón; cuando viste por primera vez a tu artista favorita cantar tu canción favorita. En fin, la lista puede ser infinita.
Entre los nervios característicos de una entrevista y la primera vez charlando con alguien que admiro profundamente, recibimos en la redacción de Publimetro México a Marwán, un cantautor y poeta español, quién al ver un espacio vacío en su agenda, decidió organizar una gira de conciertos por distintas ciudades en México.
El cantautor define a este país como su segunda casa, y es innegable su emoción por saberse en tierra azteca. Incluso, días previos a su llegada, demostraba su felicidad con distintas publicaciones en redes sociales para hacerle saber a su público mexicano que estaba deseoso de cantar a todo pulmón.
Incluso, seguro de todo -o al menos, casi de todo- el amor que profesa a México es en doble vía; en tan solo 2 horas logró vender todas sus entradas para su concierto en la Ciudad de México, el cual se llevará a cabo en el Lunario del Auditorio Nacional el próximo 5 de marzo, ¿qué tanto provoca esa sensación de admiración mutua entre el cantautor y su público en México que dejó en sold out todas la ciudades que visitará?
Tras un vuelo en un domingo por la noche y un viaje en el tiempo -por aquello de la diferencia horaria- Marwán charló con nosotros para hablar de todo y nada; desde su nuevo disco “El viejo Boxeador” hasta la importancia de diferenciar entre sus canciones y la vida diaria.
A lo largo de la entrevista, el español se mostraba feliz de encontrarse en tierras mexicanas, a pesar de jet lag y la cotidianidad de una gira de prensa; la coherencia que se vive entre el sentir y el decir, provoca que se den este tipo de pláticas amenas, las cuales, traspasan las barreras de lo laboral.
Está usted a punto de leer las profundas palabras de un cantautor que durante su viaje, comparte por primera vez con Publimetro, la historia de un viejo boxeador
¿Por qué elegir México como primer destino internacional de tu gira después de años tan caóticos con la pandemia?
-México es mi segunda casa. Después de España es el país donde más paso. Desde 2012-2013 vengo haciendo giras todos los años (excepto los años de pandemia) y vengo dos o tres veces al año. Me reciben con tanto cariño y hay tanta gente con ganas de escuchar las canciones ¡qué vamos! Llevo dos años pensando “Quiero volver a México, quiero volver a México” y en cuanto he visto un hueco…
Es curioso saber que tu último concierto aquí fue en 2019, justo antes de la tragedia…
-Aquí fue justo el final de gira y en 2020 tenía pensado venir, pero la cosa no ayudó
A mi me tocó comprar boletos en esas dos horas caóticas para irte a ver al Lunario el próximo 5 de marzo ¿Cuál es tu sensación para iniciar esta gira por México?
-¡Fue una locura! La sensación es muy bonita porque después de este tiempo sin venir. Yo sabía que se iba a llenar el lunario, pero lo que no sabía es que se iba a llenar en dos horas. Es una sensación muy bonita. He estado con mucho deseo de volver a México y de reencontrarme con la gente de México y todavía no había pisado el país y ya sentía el calor, ya sentía las ganas de la gente de escuchar de mis canciones, de verme canta. ¡Es un regalo brutal!
No solamente es la CDMX, si no son distintas ciudades como Monterrey, León, Guadalajara… ¿qué podremos ver, escuchar en estos conciertos?
-Depende del concierto. En algún concierto sí voy a tener invitados, en otros no pero vengo hacer una mezcla de todos mis disco, sobre todo vengo presentando “El viejo boxeador” que es último disco, haré más canciones de este disco, pero también voy a tocar mis clásicos “Un día de estos”, “La vida cuesta”, canciones de otros discos como “Ángeles”. Canciones que aquí en México, que por lo menos la gente que me sigue las disfruta mucho y voy a hacer una mezcla de todo; un poco de poesía, pero sobre todo va haber mucha intensidad y mucha emocionalidad que es algo que caracteriza a mis conciertos.
Entrando en materia del disco… salió en 2020, se viene la pandemia, haz dicho que no lo haz podido girar. Después de dos años, sabiendo lo que está pasando ¿cuál es la sensación y cómo describirías tu disco “El viejo boxeador”?
-Yo siento que es el mejor disco que he hecho en mi vida, es lo que siento yo. En cuanto a las críticas, han sido las mejores; yo sé que hay gente que prefiere otros disco, ya sabes uno prefiere el que más le toca, pero lo cierto es que tanto en los medios españoles, los especializados en música, la crítica musical, incluso muchos músicos, en general la crítica dicen que es el mejor disco que he hecho.
Y yo vengo con muchas ganas de cantar estas canciones, lo cierto es que las disfruto mucho; disfruto mucho estas canciones en directo. Incluso, a veces viene gente que no ha escuchado las canciones y veo la reacción… es alucinante. Es verdad que ha salido hace 15 meses, pero yo tengo la sensación que prácticamente está saliendo. De hecho estamos revitalizando el disco con unos cuantos duetos que vamos a lanzar en 2022 con varios artistas.
Hablando sobre este “disco” ¿podemos tener un adelanto de quiénes son estos artistas?
-De momento no. Solo puedo decir que son artistas internacionales, algunos son españoles. Pero de momento no quiero contar nada porque quiero pegar una buena sorpresa.
5 gramos de resentimiento me parece una canción curiosa y fascinante, ¿son suficiente 5 gramos?
-Bueno, era una forma un poco irónica de decir que sólo estoy un “poquitín” cabreado. Pero lo cierto en su momento son toneladas de resentimiento, yo creo. Con cinco gramos no suelen bastar.
5 gramos de resentimiento es la parte de los “haters”, pero ahora con tu regreso a la independencia musical, ¿cómo será el manejo de las redes sociales para acercar a tus fans?
-Va a seguir siendo básica, yo solo he tenido discográfica en los últimos dos disco, o sea, de 2017 hasta ahora, pero toda mi carrera anterior, desde el año 1999 que empecé, esos 18 años he sido independiente y toda la gente que me ha conocido es gracias al boca boca, o gracias a las redes sociales, o a la viralización de las canciones. Entonces, por supuesto que seguirá siendo súper importante porque al final es donde más te conoce la gente.
¿Qué opinas con respecto cuándo la gente prefiere estás canciones de amor a las que hablan de un tema político-social?
-En realidad no opino nada en general. Lo que me da pena es que si comparto alguna poesía social o una canción social tenga muy poquita repercusión. Sin embargo, cuando compartes algo de amor tiene una repercusión total y eso me da pena porque a mi me inquieta, me mueve y me conmueve una canción que le pueda hacer a un familiar, como una canción de amor y desamor, como una lucha social o algún tema por lo que hay que protestar, por la que hay que establecer una serie de propuestas.
Me produce un poco de tristeza que haya canciones tan bonitas y que la gente se las pase de largo solo porque les guste las canciones de amor, y a mi me gustan las canciones de amor, ¡vaya! soy uno de los principales cultores, creo. La vida tiene muchas caras, muchas facetas y yo trato de recogerlas todas en las canciones y eso es lo que le da riqueza a la vida.
Yo vengo de una tradición de cantautores como Sabina, Serrat, Jorge Drexler, como Ismael Serrano, Aute, Silvio Rodríguez, que han hecho canciones de amor absolutamente increíbles pero también nos han contado cómo es la vida desde otro lugar; cómo es España, cómo es Latinoamerica, o cómo son las relaciones con los amigos, o cómo son las luchas sociales, o un homenaje a un determinado personaje. Y creo que hay un montón de las cuales hablar, no solo de amor, que al final forman parte de la vida y eso tiene que acabar formando parte de la discografía de uno, me produce tristeza, y eso no cala.
En este corazón revolucionario le agrada escuchar ese tipo de cosas. Al final, así como el amor se comparte y es universal, también estas luchas sociales…
-Es que también es amor, en realidad. Es amor a los valores y a los derechos humanos, básicamente. ¡Es amor totalmente!
Solo que visto de una perspectiva distinta...
-Así es. En el fondo, fíjate que yo siempre digo, que incluso cuando hacemos canciones de amor estamos haciendo una canción social porque estamos hablando mucho de la manera de relacionarnos. Mis canciones de amor hablan con bastante profundidad de la manera de relacionarnos, de nuestros miedos, de nuestras iras, de nuestros rencores, de nuestros desencuentros, de nuestra generosidad, de nuestra empatía, de nuestra soberbia. De todas las cosas que se dan en las relaciones amorosas que al final, en el fondo es el fiel reflejo de lo que se da en las relaciones más sociales; entre países o entre grupos sociales, o entre poderosos y no poderosos. Es la misma extensión en las mismas luchas, entra en las mismas variables de la ecuación, simplemente uno es más de tú a tú y otro más a nivel social.
Incluso, las peleas sociales son de tú a tú, pero nos han enseñado a no verlo así. Nos han hecho creer que son dos temas distintos y van de la mano
Ayer por la noche estaba hablando con mi mamá sobre que es lo que haría a lo largo de este día, y platicando salió a relucir esta entrevista; al no saber de ti se puso a buscar tu música y dijo algo muy bonito: “A mi me gustaría tener el don de cantar porque hay voces que proyectan cosas” ¿Qué diferencia a Marwán de otros cantautores hablando no musicalmente?
-Yo creo que…no sé si me diferencia de otros cantautores, pero algo que me caracteriza de otros es por la potencia emocional de lo que cuento, yo creo. Y también lo que puedo transmitir a través con la voz; igual, puede haber muchos cantantes que pueden cantar mucho mejor pero mi sello es ese, mi sello es una gran emocionalidad en la voz y una gran emocionalidad en las letras, hablen de lo que hablen. Ahí hay mucho desgarro, mucha pasión, hay mucha potencia.
Por eso yo creo que me caso mucho con México, de que la gente me quiere mucho, yo creo que es por eso, por esa pasión, porque soy un artista muy pasional y muy racial, soy puro fuego en el escenario y en mis canciones y yo creo que eso es lo que me caracteriza.
Y los textos, los textos están muy cuidados, si me comparas con otros artistas, no hay muchos artistas que se preocupen tanto por los textos, esto no significa que sea ni mejor ni peor, pero yo tengo esa búsqueda de hacer canciones, que al igual que los artistas que mencioné anteriormente me han influenciado tanto, porque me contaban mi vida de un modo bellísimo. Yo tengo esa búsqueda, en contarle la vida a la gente de un modo bellísimo y no solamente en una historia de amor, si no en todas sus vertientes. Y yo creo que eso me caracteriza y me hace diferente a muchísimos autores porque no todos cantan otros temas o son tan variables musicalmente, o buscan tanto la emocionalidad.
Hablando de tu pasionalidad en el arte, ¿cómo crees que contribuye el hecho de ser consciente que se tiene como cantautor al saberse escuchado en muchos lados al tener canciones donde las letras no son tan fructíferas?
-Uno siempre quiere emocionar a la gente con sus canciones, uno siempre quiere tocar el corazón con ellas, emocionarse uno y emocionar al otro, pero lo cierto es que nunca pienso en un propósito cuando compongo una canción. Nunca pienso si va a influenciar en alguien, simplemente trato de hacer algo que sea brutalmente hermoso, algunas veces lo conseguiré, otras no, esa es la única búsqueda, que es tratar de contar lo que me emociona o me conmueve a través de una canción y por suerte hay otros que los emociona y les conmueve; pero no tengo más pretensión, más allá de eso, como diciendo “voy a tratar de influenciar con esto o voy a tratar de hacer esta canción para que la gente se entere de esto”, no tengo esa búsqueda, sólo quiero hacer algo bellísimo.
Estas palabras me conmueven. Entrando en tema, evidentemente hay un proceso de sanación, de duelo cuando escribes tus canciones a la hora de plasmarlo, pero cuando la gente lo canta y lo canta de la manera en cómo lo canta, ¿cuál es esa sensación? Hay un método en la actuación que habla sobre el traer recuerdos del pasado para poder plasmar un sentimiento en el presente, ¿cómo es eso encima de un escenario?
-Pues la magia de la música de convertirnos en una tribu, de convertirnos en uno en el fondo. Todos participamos de la música, no es que haya un escenario y un público, si no que todos somos participantes, los que estamos cantando o tocando un instrumento, y la gente que está en el público que también está emocionándose, o cantando o callada pero con la emoción a flor de piel y es brutal. Lo más bonito de la música… lo más bonito de la vida en general es poder compartir las cosas, poder disfrutar y emocionándose con las cosas, y si se pueden compartir con otro o con otros, es lo mejor.
El hecho de estar en un concierto y compartiendo y que haya una comunión… ¡es que es tan bonito! ¡Es tan bonito que una canción que hayas hecho en tu casa haya miles de personas comunicándose entre sí, comunicando su emoción o acordándose de un amor todos al unísono!
¡Todos acordándose de los mismo en lo suyo! Todos sintiendo lo mismo o todos con las mismas ganas de cantar y de sentir que formas parte de algo, en el fondo todos deseamos formar parte de algo y la música provoca eso, es algo brutal. Aquí en México es un lugar en donde más me sucede, en España también, pero aquí se canta con mayor locura, con mayor pasión, el público mexicano es así de brutal. Sentir eso es un regalo imparable, es lo que todo artista sueña, esto es así, y quién te diga lo contrario, ¡miente como un bellaco!
En los últimos años haz hablado mucho sobre la salud mental ¿cómo contribuye esto y el buen uso del mismo a la música?
-Lo cierto es que, sinceramente, la falta de salud mental ha sido un gran motor para componer canciones, en el sentido de que constantemente he escrito sobre cosas que me desconciertan. Siempre he escrito de aquello que me desconcertaba o que me hacía sentir la sensación de desencuentro, de desazón. También he escrito de cosas muy alegres, de amores, sobre amistades.
En general, he acudido al arte porque no tenía respuestas y haber si conseguía alguna respuesta o un trozo de belleza en forma de canción.
No sé si realmente la salud mental contribuye mucho a la música, en mi caso es la falta de calma lo que me ha llevado a componer. Dicho hecho esto, también se pueden hacer canciones en momentos de bienestar. Pero en general, yo creo que casi todos, si pones en una balanza las canciones alegres y las canciones tristes, las canciones tristes van a ganar siempre, no en mi caso, si no en la historia de la música.
Yo hablo mucho de la salud mental pero no hay que confundir la vida con las canciones, eso me parece imprescindible. Yo en mis canciones siento que he pecado de hablar cosas de psicología, así un poco profundas y a lo mejor no es el lugar para hablar de esto. Una canción si es absolutamente desgarrada o de rencor, no pasa nada porque una canción tenga rencor, tú luego en tu vida no tengas rencor que eso te va a envenenar; pero que la canción esta bien que sueltes un poco de ese veneno y que no pasa absolutamente nada porque esa canción responde a un momento de tu vida que haz sentido rencor.
Tú haces una canción de rencor, por ejemplo, yo no estoy diciendo que el rencor sea ni positivo, bueno, puede que sea positivo en un corto periodo de tiempo, no estoy diciendo que sea lo que uno promulgue o algo que tenga que extender o algo parecido; hay que diferenciar entre una canción que es un momento de estallido, o de desencuentro, o de desengaño, a lo que es la vida.
Evidentemente uno tiene que perseguir, en la medida de lo posible, el bienestar, la calma, las buenas relaciones, todo lo que le de equilibrio, pero en las canciones no, las canciones son otra cosa que no es lo mismo que la vida. Es un artefacto artístico que responde a no se qué y nadie lo va a saber nunca, supongo que a un ansia de ubicarnos en este mundo y de encontrarnos a unos asideros a los cuales agarrarnos, pero no son la vida.
Entonces una cosa es la salud mental y otra lo que uno cuenta en las canciones. Yo en mi vida, persigo la salud mental, voy al psicólogo, hago terapia y todo eso, pero en las canciones busco expresar emociones, y expresar cosas que si yo te las cuento, tú sientas que te estoy contando tu vida, y eso es lo bonito del arte, y lo bonito de la comunión.
¿Cómo vive Marwán lo que escribe sobre el amor y la política en su vida cotidiana?
-Yo creo que soy bastante coherente con lo que escribo, en general, muestro mucho de mi, de como soy. De hecho, te diría que el 95% de las canciones hablan de mi, no soy una persona que me corte para expresarme en las redes sociales, no voy con miedo a perder seguidores. Yo vengo a expresarme a este mundo y a contar lo que me apetezca y lo voy a seguir haciendo.
PREGUNTAS RÁPIDAS
-Pues todo lo que cuenta la letra, pero conviene saber que unidos es mejor que separados.
¿Fueron el amor correcto en el momento equivocado?
Esa canción habla de una persona, bueno, habla de varias personas, pero cuando te digo lo del “el amor correcto en el momento equivocado” es una persona a la que le he hecho 159 canciones, esto es así. Y sí, fuimos el amor correcto en el momento equivocadísimo.
¿Qué hacer cuando el pasado aparece arrepentido por tu barrio?
Cuando el pasado aparece arrepentido por tu barrio, todo depende del tipo de arrepentimiento que traiga, porque si trae un arrepentimiento profundo y consciente, ábrele la puerta, si te apetece. Pero si es el típico pasado arrepentido que se arrepiente porque te ha perdido y nada más, no le abras la puerta. ¿No sé si me he explicado? Hay personas que solo vuelven a tu vida porque sólo te han perdido, no porque realmente quieran construir algo.
La siguiente es ¿y si no nos condenamos a entendernos?
Pues, nada, se acaba. Esto es asi. Es muy bonito entenderse, pero a veces no se puede, no se consigue.
¿Qué premio tendría la delicadeza?
Yo creo que la delicadeza en sí, ya es un premio. El hecho de la delicadeza va de la mano, absolutamente, de la belleza. Todos aquellos que son delicados en su forma de ser, o construyendo algo, va de la mano de lo más bello del mundo, ya es el premio.
Por último, ¿Cuál de tus canciones recomendarías a alguien que te va a escuchar por primera vez?
Supongo que “Un día de estos”