La vida de Axel Amézquita, un joven de 27 años que tenía una vida normal hasta que sufrió un accidente en moto, lo cual, lo llevaría a vivir en carne propia los estragos de una mala práctica médica y volverse viral.
La historia comienza cuando Axel tomó su motocicleta para poder emprender el regreso a casa después de trabajar. En el trayecto, una mancha de aceite en el asfalto hizo que su vehículo se derrapara y terminara en el suelo, con un par de dedos rotos. Después solucionar todo lo referente al accidente, el joven de 27 años decidió acudir a los servicios de emergencias de una clínica de servicio de salud público.
Cuando todo parecía funcionar de manera correcta -o lo más parecido a eso- Axel logró ser atendido por una de las doctoras del lugar. En todo momento, el joven sabía que quién colocaría la inmovilización para que su mano sanara correctamente, era alguien que se encontraba haciendo prácticas en el lugar.
A pesar de lo anterior, la doctora que supervisaba a la alumna que se encargaba de la colocación de la inmovilización hecha con yeso en la mano derecha de Axel, al parecer no estaba muy atenta haciendo su trabajo, ya que la inmovilización “parecía todo menos eso”, según el paciente. En su testimonio el joven narró que al intentar quitarse su chaqueta - que es una de sus favoritas- para tener mayor comodidad, no pudo, ya que la doctora inició a colocar el yeso para apresurar la atención.
Cuando el joven llegó a su casa para poder descansar del agitado día, se percató de las consecuencias que tendría el no haber supervisado correctamente la colocación de su inmovilización, pues, cuando intentó quitarse su chaqueta, el yeso en su mano derecha se lo impedía por el tamaño voluptuoso del mismo.
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En seguida, Axel no dudó utilizar sus redes sociales para poder denunciar el descuido que tuvo el personal médico con su inmovilización con yeso. Los usuarios en redes sociales no dudaron en explotar el caso, volviéndose viral en unas cuantas horas.
Horas más tarde, el joven de 27 años tuvo que cambiar de servicio medico para ser atendido nuevamente, lo cual, derivó en una operación en la fractura, de la cuál se recupera correctamente. Lo más importante es que su chamarra favorita logró salvarse de convertirse en un chaleco.