El Cablebús es unos de los medios de transporte más recientes en la capital mexicana y que forma parte del proyecto de movilidad integrada de la CDMX. Este teleférico tenía previsto transportar 28 mil usuarios al día, pero gracias al buen recibimiento de la gente, hoy traslada a casi 50 mil personas.
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A pesar de apenas llevar un año en funcionamiento, la línea uno que corre de Indios Verdes al barrio alto Cuautepec, tendrá que suspender actividades del 6 al 11 de junio. Esto último, ha despertado el descontento de muchos usuarios debido al ahorro de traslado terrestre que este transporte aéreo genera en su vida diaria, al reducirles de 40min a 1 hora de recorrido.
¿Por qué será la suspensión?
Esta suspensión no significa que el Cablebús no estaba en óptimas condiciones de seguridad, pero las razones de su pausa responden a una necesidad de garantizar la salvaguarda de los pasajeros, mediante una revisión general de la línea. Además de cumplir con todas la normas europeas para teleféricos, del cual este sistema es parte.
En conferencia Konstantinos Panagiotou, CEO de Dopelmayr México, explicó los requerimientos de seguridad que esta línea cumplió, a través de una certificación que fue otorgada por la empresa alemana TÜV SÜD. El CEO hizo referencia acerca de la tecnología D-Line que incorpora 205 mejoras en cada cabina y cable, fabricados en Suiza.
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¿Esto tecnología qué implica en la seguridad de los usuarios?
Los cables de las líneas del Cablebús en México fueron especialmente diseñados para las condiciones climáticas, topográficas y poblacionales de nuestro país, esto significaba que no hay otro cable igual en toda la red de teleféricos que Dopelmayr maneja en todo el mundo.
En los 9,4 km de recorrido hay un total de 3, 181 sensores los cuales daban información en tiempo real acerca del clima, el viento, la posición del cable y sus condiciones eléctricas e hidráulicas. Esto ayudó a responder en caso de incendios, sismos, ventiscas, lluvias y truenos.
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De acuerdo al tipo de contingencia natural es la manera en que el centro de control responderá de manera inmediata, por ejemplo en caso de un sismo el traslado se suspenderá por aproximadamente 3 minutos.
Al contrario, en caso de un incendio, el recorrido ira a su máxima capacidad de velocidad para no dañar el cable y en caso de fuertes vientos, lluvia y truenos la variable puede girar entorno a la pausa momentánea del sistema o viaje a menor velocidad.
Del lado de los usuarios, ellos deben acatar las reglas de permanecer sentados de estación a estación y no exceder la capacidad máxima de diez personas por cabina. Gracias a todo esto y las revisiones diarias, mensuales y anuales; este sistema ha logrado posicionarse como unos de los preferidos de la periferia.
