Un día que Amaya creía sería como cualquier otro de la semana, se convirtió en uno de los más alegres y tristes de su vida ya que por una parte le informaron que se quedaría con el papel de una película en la que anhelaba participar, también recibió la terrible noticia de que padecía cáncer en fase 3.
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Por esta amarga experiencia Amaya Blas decidió compartir en esta novela como vivió el diagnóstico de esta enfermedad tan terrible y cómo, tratando de seguir con su vida normal y buscando el humor negro en todas las cosas, encontró un refugio y catarsis para lo que estaba viviendo.
“Claro que aprendí, aprendí muchas cosas y no quiero repetir el curso, pero tampoco soy ‘Super Woman’ y sigo aprendiendo, no soy super sabia y puedo sentirme triste por cosas que pueden ser menos importantes que el cáncer”
— Amaya Blas
Su mayor miedo era enfrentarse a esa enfermedad ya que su padre murió a causa del cáncer justo frente de ella, por eso ella confesó que su mayor miedo no era la muerte si no el miedo a ser diagnosticada con cáncer. Aún así, el juego siempre ha estado presente en su vida, y cuando recibió el diagnóstico vio que tenía las uñas pintadas de rojo, en ese momento decidió “vamos a echar carreritas a ver que se va primero, el cáncer o el esmalte”.
A los tres meses de llevar el tratamiento de quimioterapia recibió la esperada noticia “estás libre de cáncer” y al ver que todavía quedaban algunos rastros del esmalte explotó en felicidad. ¡Ganó el esmalte! ¡Ganó el esmalte!.
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La perspectiva de Amaya de seguir siendo una mujer, eróticamente activa, trabajando a la par que llevaba sus estudios y tratamiento, nos enseña en una lectura amena y ligera, que el estado de ánimo y el estado de conciencia siempre son importantísimos en cualquier reto en la vida, el enfrentarlos con fuerza y con risas, para ella fue la diferencia que marcó el que hoy pueda contarlo y publicarlo en su novela.
“Lo más importante para mí fue trabajar la mente y no dejarme de lado, todo el rato me repetía ¡estoy sana!…mi doctora y la medicina y todo tienen una parte muy importante, pero la otra parte era lo que yo puedo aportar, que era trabajar mi mente”.
— Amaya Blas
Actualmente Amaya acaba de lanzar una película llamada “Si tan solo pudiéramos dormir esta noche” que rodó justamente atravesando por el reto más importante de su vida, que fue vencer al cáncer.