Catalina Irurita es colombiana graduada de comunicación social de la Pontificia Universidad Javeriana. Cuenta con una maestría en marketing y comunicación corporativa en la Universidad Pontificia de Salamanca. Por su desempeño en el mercado de México, fue incluida en el listado de “Las 100 mujeres más poderosas de los negocios 2022″.
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“Una de las cosas que a mí más me impresionó y me pasó en una multinacional fue que yo tenía a mi cargo más de 40 países en Latinoamérica y en una reunión me pasó que comenté que tenía que ir a Brasil y luego a Colombia y Venezuela y su respuesta delante de un comité directivo fue ¿y tu hija con quien se queda? Y mi respuesta fue, “¿si yo fuera hombre me estarías preguntando lo mismo?”
— Catalina Irurita
Catalina concibe un mundo distinto, un mundo que está cambiando para dar más oportunidad a las mujeres, incluyendo las organizaciones, sin olvidar que las mujeres también están cambiando para tumbar las barreras autoimpuestas que son parte de la educación o de la cultura en donde se desarrollan
“Muchas veces ese techo de cemento es nuestro, donde nosotras somos las que no nos postulamos, las que no nos aventamos a esos cargos y mucho de eso viene de la educación que tuvimos cuando chiquitas”
— Catalina Irurita
El balance entre la vida profesional y personal es algo que se le cuestiona más a las mujeres, la parte emocional y los estereotipos son obstáculos con los que Catalina luchó por años en la industria tecnológica y financiera, donde principalmente se desenvuelve, su aprendizaje es la organización y el saber identificar cuando hay abuso. Compartió una experiencia y deja claro lo que debemos identificar como acoso laboral o mobbing
“Modificación de condiciones laborales sin ningún aviso, que te pongan una carga de trabajo desmedida, que lo que ya estás haciendo ya es humanamente imposible, que tengan rumores falsos, que haya discriminación por ser mujer o ser latina o una brecha salarial grandísima contra los hombres”
— Catalina Irurita
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En el afán de demostrar o de pelear contra el síndrome de la impostora, las mujeres permiten estas prácticas que son acoso laboral, es importante tenerlas siempre presente y saber que eso no es un clima laboral saludable. Por último, Catalina fue enfática en balancear nuestra vida y romper con el machismo, dividir las actividades del hogar cuando existe una pareja y ambos trabajan. Su mantra de vida y en los negocios “lo obvio para mí no es lo obvio para todo el mundo”