La ciudad de Nueva York se ha caracterizado por sus inmensos rascacielos, los cuales son muestras vivas de la historia de Estados Unidos de principios y mediados del siglo XX.
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El Rockefeller Center, junto al Empire State y el Edificio Chrysler, es fundamental para la identidad de la Gran Manzana, pues es inevitable no pensar en la famosa foto de 1932 de once obreros durante su construcción.
El 20 de septiembre de 1932 un fotógrafo, de quien aún se debate sobre su identidad, subió a poco más 260 metros y capturó con su cámara a once trabajadores en su hora de comida, durante la construcción del Rockefeller Center.
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Ante lo icónica que fue dicha fotografía desde su publicación en New York Herald Tribune en octubre de 1932, el Centro Rockefeller abrió las puertas del piso 69 para que los visitantes puedan recrear la famosa “Lunch atop a Skycraper”.
La experiencia eleva a los turistas en una viga de acero, réplica de la que se ve en la imagen original, desde donde les toman fotografías y pueden experimentar una vista de 360º de Manhattan y alrededores de Nueva York.
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Para sentirse como los constructores de 1932, los visitantes pueden reservar sus boletos a través de la página oficial del Rockefeller Center, donde además podrán agendar recorridos por el edificio y otras amenidades.
