El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó en campaña con poner aranceles a los productos chinos fabricados en México para evitar que el vecino del sur se convierta en la puerta trasera de las importaciones chinas. La incertidumbre enfrió
la relocalización de empresas chinas en la frontera norte de México, aunque confían en que esa amenaza no llegue a cumplirse.