María Elena Ríos es una saxofonista y activista mexicana originaria de Oaxaca, reconocida por su lucha contra la violencia de género y su defensa de los derechos de las mujeres. En 2019, sufrió un ataque con ácido, su violentador ha hecho uso de su poder político para librar la condena y la cárcel. Malena ha sido ejemplo de valentía y de supervivencia, ella nunca será víctima, ella es una sobreviviente y luchadora.
“Afortunadamente ya contamos con una red de apoyo donde ya podemos nombrar que es lo que nos está pasando, violencia económica, violencia sexual, a mí me intentan matar con ácido un 9 de sept de 2019, un exdiputado, cuando yo estaba en el hospital yo trataba de entender, porque es una forma de borrado de la mujer, porque te borran tu identidad, queman junto con tu piel tus proyectos de vida, tus sueños, tus anhelos”.

La rebeldía juega un papel importante, pero el mensaje que mandan las empresas no es congruente, pareciera que es una moda vestirse de morado el 8 de Marzo, pero se les olvida los días 25 de cada mes, de la lucha contra la violencia de género. Es un esfuerzo constante, cambiar una cultura es paulatino para que sea consistente “la lentitud es más propia a la firmeza”, poco a poco y no dar bandazos y luego regresar. Es muy importante ser consistente, con el clima político que se vive, hay que ser congruentes. Malena en su lucha de 6 años ha logrado hacer posible la “LEY MALENA”.
“Violencia ácida, cuando queman a una mujer con sustancias químicas, corrosivas, tóxicas o líquidos en altas temperaturas, se ha logrado que se pueda reconocer y tipificar, hasta el momento 3 entidades federativas donde se reconoce como feminicidio en grado de tentativa donde se le da una pena máxima al agresor, ha costado muchísimo trabajo poder tipificar esta agresión pero es necesario que se tipifique la Ley Malena.”
No permitir que el miedo nos doblegue y estar dispuestas a seguir abriendo brecha por las cachorritas que nos van a seguir y el cambio va a suceder. Para la igualdad sustantiva tendrán que pasar más de 100 años y no por eso el movimiento feminista se va a rendir. Estar abiertos a aceptar que traemos cargas ideológicas erróneas y que se vale cambiarlas y volverse aliados, para erradicar las prácticas medievales que siguen haciéndose el día de hoy y que urge que sean tipificadas en su gravedad real para ser erradicadas.
“Las cicatrices no se borran, se pueden mejorar pero van a estar ahí y aprendes a vivir con ellas, algo que me sirvió mucho en pandemia porque me sentía borrada, fue regresar a mi origen, de mi abuelo materno que era indígena y tratar de encontrarme, me di cuenta que los guerreros mixtecos para ellos era muy importante que los vieran con sus heridas porque regresaron vivos y sus heridas representaban la fortaleza como personas a través del cuerpo”.
Malena propone que se enseñe en las escuelas sobre como se hace una denuncia, como se llega al ministerio público. La operación básica del sistema judicial. La saxofonista tuvo que llegar hasta la Presidenta en un evento en Oaxaca para demandar ser escuchada, entre mujeres abrazarse y hacer justicia que aun se es negada por algunos hombres.
“Recientemente llegó la presidenta a Oaxaca, que desde luego no es un tema con la presidenta de la República, sino con las autoridades locales que han brindado esta protección a Juan Antonio Vera Carrizal y que justo yo la entendí hasta que hablé con la psicóloga, porque no entendía por qué me abucheaban y me dice mi terapeuta: es que buscan avergonzarnos siempre pero, ¿por qué me voy a avergonzar por pedir justicia?“.
Malena ha luchado además de contra la violencia ácida, contra el gaslighting, romper con el silencio al que han obligado a las mujeres a vivir, poner por delante la sororidad, el amor, la honestidad. Hace un llamado a las mujeres en espacios de poder a renunciar a los intereses de sus familias, de los hombres que las manipulan y se atrevan a ser ellas mismas.