La Conagua cuenta con solo dos inspectores para revisar y, en su caso, sancionar a las empresas y municipios que contaminan el Río Atoyac; el Gobierno de Puebla buscará “ayudar” con un “patrullas hídricas” para vigilar los tramos del afluente con más contaminación.
Así lo reveló la titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (Smadsot), Beatriz Manrique Guevara, durante su comparecencia en el Congreso del Estado, como parte de la glosa por el tercer informe de gobierno de Miguel Barbosa Huerta.
La funcionaria reconoció que el tema del saneamiento del río Atoyac “es muy complejo” ya que es el segundo más contaminado del país, después del río Lerma, en el Estado de México, y refirió que los ríos que se han logrado sanear en el mundo se han llevado más de 20 años.
Apuntó que desde 2017 no había sido atendido alguno de los 11 puntos de la recomendación que hizo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) “hasta que llegó esta administración”, entre estos, destacó, la integración de un organismo con todos las autoridades de municipios involucrados, entre estos cuatro de Tlaxcala, así como la Federación.
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Agregó que ya se firmó un “Convenio Marco de Coordinación Institucional y de Cooperación Técnica”, el cual tiene una matriz semaforizada, entre los gobiernos Federal, Puebla y Tlaxcala, con el que se han realizado más de 50 acciones entre recorridos y detección de muestras por contaminantes.
En San Martín Texmelucan hay cientos de puntos donde se lava mezclilla, estos puntos descargan al drenaje, la situación es compleja, si se clausura un punto se abre un puerta vecina, estamos trabajando con la Conagua, Semarnat que son las instituciones que tienen las mayores capacidades normativas”, señaló.
Con “patrullajes hídricos” buscan evitar contaminación
Tras revelar que solo existen dos inspectores de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para supervisar la cuenca del Atoyac, adelantó que este 2022, el Gobierno “ayudará” con “patrullas hídricas” para hacer recorridos y muestras al momento en las zonas más intoxicadas del afluente.
Lo anterior, fue en respuesta al cuestionamiento que hizo el diputado del partido Pacto Social de Integración (PSI), Carlos Navarro Corro, sobre las acciones para el saneamiento del río, ya que en cada administración se hace la misma promesa y y nunca se han visto avances, así como las sanciones contra los municipios que descargan sus aguas residuales de manera ilegal.
El saneamiento del Atoyac no es el único foco de infección en la entidad, pues luego de que el Gobierno de Puebla suspendió la operación de los barcos que adquirió la gestión de Antonio Gali Fayad para sanear la presa de Valsequillo, el agua de ésta no ha sido tratada y las embarcaciones se encuentran en una bodega.
Desde entonces, la presa Manuel Ávila Camacho se encuentra abandonada; con un olor fétido que a la población preocupa por el desarrollo de posibles enfermedades graves que provocan esos niveles de toxicidad, como son cáncer y leucemia.
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Pese a ello, el mandatario Miguel Barbosa Huerta a señalado que es más costoso poner a operar los barcos que dejarlos en resguardo; no obstante, no se han planteado alternativas para su limpieza, ya que ahí también desemboca parte de los contaminantes del Atoyac.