Especialistas de la Upaep advierten una crisis alimentaria en los próximos años debido al aumento de precios en productos de la canasta básica y su impacto económico en el sector agroindustrial, por lo que las familias en Puebla comenzarán a comprar menos productos para alimentarse y el campo producirá menos.
En conferencia de prensa, el catedrático de la Facultad de Agronomía, Andrés Cabrera Mauleón explicó que el impacto en el abasto de alimentos comenzará a percibirse a partir de noviembre de este año e inicios de 2023, pues cada vez el consumidor, y sobre todo amas de casa, pierden poder adquisitivo para la alimentación.
Indicó que la afectación será principalmente para aquellas familias que dependen de ingresos esporádicos, actividades informales, así como de quienes viven en comunidades rurales con pobreza extrema.
Cabrera Mauleón explicó que eso es consecuencia del aumento en el precio en insumos para producir, como son los fertilizantes agrícolas, cuyos componentes primarios provienen de países como Rusia, lo cual obliga a los agricultores a sembrar menos o aplicar menos fertilizante.
Incluso, resaltó que esto a nivel mundial generará reservas, pues los países que normalmente tenían excedentes en producción lo aprovecharán para el consumo local y reducirán las exportaciones que se hacían a otros países, incluido México.
Agricultura familiar, una alternativa ante crisis
En ese sentido, Andrés Cabrera destacó la importancia de la agricultura familiar y la producción de alimentos en áreas urbanas, lo cual solventa en una parte el abasto de alimentos sanos, que proveen vitaminas y minerales, como son las hortalizas que se cosechan en un periodo corto o intermedio de desarrollo como: acelga, espinaca, lechuga, cilantro, apio, rabanos y ejotes.
Pero también hay posibilidad de sembrar en macetas otras de mayor ciclo como el jitomate, pimientos, chile, calabaza, para que en un periodo de dos o tres meses se pueda disponer de estos alimentos.
Agregó que estas alternativas llevan a otras prácticas como generar composta orgánica, que además de ser benéfica para las plantas reduce la emisión de contaminantes al aire por residuos vegetales, y si bien estas prácticas no sustituyen lo que se consume en mercados, puede reducir el consumo y adquirirlos a bajo costo, sobre todo cuando los precios están elevados, lo cual podría llevar a una regulación de precios.
Anselmo Chávez Capo, catedrático de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil, resaltó que a nivel global el 25% de los alimentos que se consumen se desperdician, a esto se suma un 30% que se pierde en el proceso de almacenaje y distribución hasta que llega al consumo humano.
Por lo anterior, hizo algunas recomendaciones a las familias para paliar la crisis:
- Planeación en las comidas de la semana
- Compras anticipadas
- No consumir arriba de lo que se puede comprar
- Procesos de ahorro o almacenaje adecuados (qué es lo que puedo congelar y lo que se puede consumir de inmediato)
- Colaboración con la familia, no desperdiciar alimentos
Puebla, principal productor de alimentos
El Consejo Agropecuario Poblano estima que en el estado se siembran más de 80 productos, entre verduras, granos, flores y frutas.
Puebla destaca a nivel nacional, en la obtención del ajonjolí, alfalfa, amaranto, arándano, avena grano, berenjena, brócoli, café, cereza, calabacita, caña de azúcar, cebada, cebolla y coliflor.
En frutas como durazno, frambuesa, fresa, naranja, pera, plátano, toronja y uva fruta; también jitomate, lechuga, maíz forrajero, maíz grano, nopales, papa, rosa, sorgo grano, tomate verde; así como en la producción de carne en canal de ave, carne de porcino, huevo para plato, leche de bovino y miel.