Familiares de Paulina Camargo Limón pidieron una sentencia de 50 años en prisión en contra de José María Sosa Álvarez, “Chema”, por el delito de desaparición forzada en cometido en contra de la joven en 2015.
Este martes se realizó una audiencia intermedia en el Centro de Justicia Penal , en la que se hace el desahogo de pruebas para ver si José María N., es el culpable de la desaparición forzada de su expareja, Paulina Camargo, a quien el 25 de agosto de 2015 la acompañó al ginecólogo y luego la llevó en un taxi, pero luego nadie supo más de ella.
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Rolando Camargo Limón, hermano de Paulina, señaló que hasta ahora se desconoce el destino que tuvo el cuerpo de su hermana, quien desapareció en agosto de 2015, cuando tenía cuatro meses de embarazo.
El hermano recordó que por primera vez se declaró una sentencia condenatoria de 16 años en prisión en contra de Sosa Álvarez por el delito de homicidio y aborto, a pesar de que no se presentó el cuerpo de la víctima.
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Tras esta audiencia, indicó que esperan que el juez encargado acepte las pruebas que presente la Fiscalía General del Estado y los abogados defensores de la familia, por lo que esperan que en juicio se dicte la sentencia máxima de 50 años por desaparición forzada.
“Esperamos una sentencia ejemplar, de más de 50 años, que es lo que se merece alguien que fríamente desaparece a una persona con la que tiene una relación y a su bebé, eso no nos va a regresar a mi hermana pero sería hacerle justicia por lo que pasó”, declaró ante medios.
— Rolando Camargo, hermano de la víctima.
Leyes siguen entorpeciendo el proceso
Además, Rolando Camargo señaló que después de siete años el proceso siga dilatándose, pues a pesar de la implementación de que con el actual sistema de justicia penal y los juicios orales se preveía tener sentencias más rápido, “las leyes son viejas y siguen entorpeciendo el proceso”.
“Las leyes está tan mal planteadas que si ahorita un juez dicta una sentencia ellos se pueden ir a un amparo, ese amparo se tiene que ir a revisión, si se los conceden nosotros tenemos que interponer un recurso de inconformidad, es algo de nunca acabar”.
