En Puebla se castigará a servidores públicos municipales que contraten e integren a las filas de seguridad a policías con antecedentes penales, anunció el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Esto, luego de que se dio a conocer que uno de los dos policías municipales de Chignahuapan que fueron asesinados el pasado 4 de noviembre tenía una orden de aprehensión por el delito de homicidio.
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El mandatario estatal dijo que trabaja en reformas que serán presentadas en el Congreso local para evitar que “delincuentes” sean contratados en las Policías municipales y estatales, además que haya responsabilidad contra quienes lo hagan.
Apuntó que debe haber responsabilidades legales contra la pasada administración municipal de Chignahuapan encabezada por Juan Enrique Rivera Reyes, hoy diputado local, así como contra el edil actual, Lorenzo Rivera Nava, por mantener a Juan Carlos N. a pesar de conocer su expediente y designarlo como Director de Operaciones.
Tras estos hechos, Barbosa Huerta reconoció que la percepción que tienen la ciudadanía de sus policías es negativa, sobre todo por los abusos de algunos y la falta de preparación que hay en las corporaciones.
Policía de Puebla marcada por abusos
Los policías en Puebla han sido señalados por cometer diversos delitos, incluso por pertenecer a la corporación policial sin estar acreditados y señalados por su relación con grupos delictivos de diversas regiones en la entidad.
Tan solo en agosto, 14 elementos de la Policía Municipal de Quimixtlán fueron vinculados a proceso por su posible responsabilidad en los delitos de usurpación de funciones públicas y uso indebido de uniformes y condecoraciones.
También, el 9 de mayo, la Fiscalía de Puebla vinculó a 10 policías estatales que intervinieron en el enfrentamiento con civiles en los límites de Zoquitlán y Coyomeapan, donde fueron asesinados tres hombres, entre ellos un menor de edad, además de que cuatro personas resultaron con heridas de bala.