Pese a la prohibición de plásticos y unicel de un solo uso, las empresas le “han dado la vuelta” y utilizan colorantes para aparentar que los productos son reciclados u orgánicos, señaló el especialista de la Upaep, Francisco Sánchez Ruiz.
En entrevista con Publimetro, el académico de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable consideró que desde la perspectiva medioambiental no hubo una base sustancial en la mitigación de este uso y la ley quedó en “letra muerta”.
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Señaló que si bien hubo modificaciones en el uso de bolsas reutilizables, algunas empresas de plásticos “le dieron la vuelta a la ley” a objetos o materiales de un solo uso considerados biodegradables.
Explicó que el polietileno es fácil que tome una coloración café, por lo que pueden decir que estos productos están basados en almidones naturales, pero dijo que no es realidad porque no tendrían la estabilidad que tienen.
“Algunas empresas sí presentaron soluciones, otras en bolsas de tela o celulosa, pero no están dando solución tangible y real al problema de los plásticos de un solo uso, otros cargan un colorante y sigue siendo polietileno y el tiempo de degradación sigue siendo igual”, apuntó.
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¿Cómo detectar que una bolsa no es de material biodegradable?
Sánchez Ruiz refirió que hay polímeros o plásticos constituidos de almidón de paja o de maíz que son biodegradables y orgánicos, y una manera de comprobarlo es que al morder el material te va dar un sabor dulce y no genera un daño a la salud.
No obstante, señaló que la Profeco debería encargarse de regularizar que el producto final se esté obteniendo con los materiales que dice el empaque, que es un almidón natural, biodegradable, compostable y que tiene un tiempo de vida corto.
Explicó que el proceso para la producción de este tipo de plásticos normalmente se utilizan temperaturas altas y si quisieran utilizar otro tipo de polímero para hacer materiales orgánicos tendrían que modificar todo su proceso de producción y eso requeriría una inversión grande.
Ejemplificó que para hacer la destrucción de polietileno se requiere una maquina de 1.5 millones de dólares y se utilizan 1.5 gramos de este material para hacer un vaso de 250 mililitros (ml).
Mientras que una para poder procesar almidones naturales se necesitan maquinas de 4 a 5 millones de dólares y para hacer un vaso de 250 ml, se ocupan de 500 a 600 gramos del material.
“En el momento que se aprobaron las leyes no se pensó y no se buscaron las alternativas para dar apoyos a las empresas para modificar estos procesos y llevarlos a uno más sustentable, es muy costoso realizar este cambio”, comentó
— Francisco Sánchez, académico de Ingeniería Ambiental de la Upaep
Recomendaciones:
- Que el gobierno genere estímulos fiscales para que las empresas vayan modificando sus procesos
- Campaña de concientización no solo del uso, sino minimizar la compra de este tipo de materiales
- Concientizar desde los hogares
- Educación ambiental desde las escuelas
