El tercer tribunal Colegiado de Cancún dictará sentencia contra el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, acusado por el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho, este 18 de mayo.
Así lo informó la activista a través de sus redes sociales, donde recordó que instancias internacionales han dictaminado que sí hubo tortura en su contra, por lo que confió en que las autoridades hagan lo correcto y “no gane la impunidad”.
No dejes pasar: Falta de Ley Inmobiliaria provoca fraudes en compra de vivienda
También señaló que el gobierno de la 4T, representado por la Secretaría de Gobernación y Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, reconocieron que ella fue víctima de tortura por agentes policiacos bajo las órdenes del entonces gobernador de Puebla.
Abogado revira a Cacho
Sin embargo, de acuerdo con la defensa legal del imputado, mencionado Tribunal Colegiado resolverá si es o no procedente el amparo que Mario Marín ha solicitado en contra del auto de formal prisión.
De no aprobarse, el exmandatario seguirá recluido y su proceso continuará hasta que se llegue a la etapa del juicio para dictar una sentencia condenatoria o absolutoria.
En 2021, Mario Marín, “El gober precioso”, fue detenido en Acapulco, Guerrero para ser traslado al estado de Quintana Roo, tras dos años de ser buscado por el delito de tortura en prejuicio contra la periodista. Luego, la Fiscalía General de la República (PGR) ratificó prisión preventiva.
El caso Lydia Cacho
En 2005, la escritora fue secuestrada y torturada, presuntamente bajo las órdenes de Mario Marín, por agentes policíacos, tras la publicación del libro “Los demonios del Edén, el poder que protege a la pornografía infantil”, en el que expuso a empresarios y actores políticos involucrados en una red de explotación sexual o laboral de menores, entre ellos Kamel Nacif, quién continúa prófugo de la justicia.
Meses después de su publicación, el 16 de diciembre de ese año, Cacho Ribeiro fue detenida en Cancún, Quintana Roo y trasladada a la capital poblana, por elementos de la Policía Judicial de Puebla, acusada de los delitos de difamación y calumnia.
Lydia denunció que durante su detención y traslado fue torturada por parte de las autoridades de manera psicológica pues amenazaron con abusar sexualmente de ella.
Al llegar a Puebla señaló que fue encerrada y fotografiada desnuda al lado de un cuarto lleno de policías judiciales que podían observarla.
