El gobernador de Puebla, Sergio Céspedes Peregrina dejó claro que la única medición que definirá al candidato a la gubernatura será la que aplique Morena, por lo que pidió a los aspirantes no utilizar las encuestas para “engañar” y modificar la percepción de la ciudadanía rumbo al 2024.
En rueda de prensa, el titular del Ejecutivo estatal consideró que en el estado no hay condiciones para decir qué genero es el que irá por la candidatura al gobierno, por lo que hizo un llamado a todas las fuerzas y corrientes de Morena respaldar las decisiones que se tomen a nivel nacional.
A su vez, consideró que las encuestas solo “son una foto del momento” de quienes pagan para publicar, por lo que invitó a quienes realizan estos ejercicios demoscópicos a comportarse con ética, a fin de no dar números erróneos que modifiquen la percepción de la ciudadanía.
Tras el llamado del Instituto Nacional Electoral (INE) a que sean mujeres las que encabecen la mayoría de las próximas candidaturas, el mandatario estatal afirmó que “no hay nada para nadie” y serán los ciudadanos quienes elijan al hombre o mujer que tenga la capacidad para seguir avanzando en Puebla.
“Mi opinión pública, hoy en día en Puebla no hay nada para nadie, las cosas cambian todos los días y en cada momento, nadie puede decirse vencedor o ganador, así que seremos respetuosos y esperemos los resultados”, declaró.
Definen fecha para seguridad en transporte público
En otro tema, Céspedes Peregrina afirmó que el tema de la instalación de botones de pánico y cámaras de seguridad en el transporte público quedará concluido en diciembre o enero del 2024, esto como parte del programa de mejoramiento que se prometió desde el 2019 tras el aumento a la tarifa del pasaje.
Comentó que se ha estado trabajando en el proceso para su instalación, pero primero se deberá tener concluida la plataforma del software o soporte donde se visualizarán las videocámaras y que tengan conexión al C5.
Confió que este tema quedará listo para el mes de diciembre o más tardar en enero del próximo año, con la finalidad de reactivar el programa de seguridad en el transporte público y que se sumaba también al de modernización de las unidades de transporte como una condición que se dio para aumentar el pasaje de 6 a 8.50 pesos.