“Nuestras luchas no pueden ser un botín político”, sentenciaron colectivos feministas durante la movilización por el 8M, de cara al proceso electoral del 2024.
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Frente al Congreso de Puebla, las mujeres volvieron a consignar las demandas que los diputados han retrasado, entre ellas , la despenalización del aborto, que a juicio de las manifestantes es urgente no seguir criminalizando, también destacaron la desaparición de personas y desigualdades que viven día a día, demandas que han sido evadidas por otras autoridades.
Recalcaron que su lucha no debe ser tomada como un “botín político” , debido a que la movilización se realiza frente a un escenario importante ya que se acercan las elecciones más grandes del país.
Cientos de mujeres volvieron a salir a las calles para exigir como cada año un alto a la violencia, respeto a sus derechos y a que no haya más impunidad en el caso de feminicidios y desaparición de personas.
Particularmente, este año se pudieron observar contingentes diversos, acompañados de infancias, madres de desaparecidos, mujeres de pueblos originarios, también víctimas de violencia vicaria y activistas que pidieron justicia para Cecilia Monzón.
Arlet Alejandra Patiño, es una mujer empresaria de 39 años que fue acompañada de sus dos hijas y no es la primera vez que intentaba unirse a la marcha, pero este año tuvo la oportunidad de sumarse a las exigencias de alto a la violencia, a la impunidad en casos de feminicidio, situación que no quiera que vivan sus hijas.
Dana, una joven que iba acompañada de su amiga, decidió acudir por primera vez, ya que señaló que es consciente de que “el patriarcado” se vive desde cualquier escenario familiar y no es estar en contra de los hombres, pues finalmente, ellos también son víctimas de dicho régimen, por lo que afirmó que busca hacer conciencia de esta problemática.
