Tras el fallecimiento de Elena Larrea, su familia y cercanos a la fundadora de Cuacolandia en Atlixco, Puebla, asumirán la responsabilidad de mantener y gestionar el refugio en beneficio de los animales, según lo anunció Beatriz Larrea, hermana de la activista.
A través de sus redes sociales destacó que la pasión de su hermana por los animales y los caballos era una parte fundamental de su vida, y en honor a su legado, se ha formado un Consejo de Administración comprometido a continuar el trabajo en el refugio de equinos siguiendo los mismos principios y organización establecidos por Elena.
“Todos los miembros del Consejo nos comprometemos a cuidar de los caballos tal como Elena lo deseaba, manteniendo el santuario ubicado en el municipio de Atlixco”, mencionó Beatriz Larrea.
A pesar de reconocer las dificultades que tenía Elena en los últimos años, Beatriz expresó su determinación de honrar el legado de su hermana, pidiendo respeto en este difícil momento. Además, informó que la causa de la muerte de Elena fue un coágulo en la pierna que provocó un paro respiratorio, asegurando que su fallecimiento “fue rápido y sin dolor”.
“Estoy dando la cara y estoy haciéndolo porque sé que es lo que ella hubiera querido que hiciéramos una vez que ya no estuviera con nosotros, que Cuacolandia siga vivo a través de nuestras acciones”, expresó.
Indicó que se abrirá una cuenta bancaria para recibir donaciones destinadas a la manutención de los caballos y otras especies rescatadas por Elena Larrea. Por otro lado, las redes sociales de Cuacolandia advirtieron que las únicas colectas oficiales en apoyo al santuario serán aquellas compartidas en sus canales oficiales para evitar malentendidos.
Finalmente, se informó que el refugio continuará abierto al público para visitas, las cuales deben agendarse a través del número de WhatsApp: 2222062359.
Cabe recordar que el gobierno de Puebla planteó la posibilidad de hacerse cargo del refugio y adoptar a los animales a través de un procedimiento realizado por el Instituto de Bienestar Animal; no obstante, se mantendría la comunicación con los familiares para el destino de estas especies.
