En Puebla, se ha registrado al menos un caso de retenes falsos en la zona del Triángulo Rojo y Esperanza, informó el general de Brigada Isaac Jesús García, coordinador de la Guardia Nacional en la entidad.
Estos operativos apócrifos, realizados por civiles que se hacen pasar por autoridades, están dirigidos principalmente al robo de transporte de carga.
Durante una entrevista, el general detalló que los delincuentes utilizan uniformes falsos y vehículos rotulados como si pertenecieran a alguna corporación de seguridad, detectados principalmente en San Salvador El Seco y Azumbilla.
Comentó que ha habido detenciones, no solo en esa zona sino en todo el estado, así como aseguramiento de vehículos con reporte de robo.
Apuntó que ha tenido reuniones con transportistas una vez al mes para intercambiar información y enseñar estrategias, lo que ha disminuido entre un 16 y 18% el robo a transportistas.
Destacó que el trabajo de la GN en el estado es fortalecer las zonas con más incidentes delictivos, como es el robo a transportista en la zona de Esperanza; el robo de combustible y gas en el Triángulo Rojo; mientras que, en la capital el robo a transeúnte y comercio.
Recomendaciones a los conductores
Ante esta situación, el coordinador de la Guardia Nacional exhortó a automovilistas y transportistas a tomar precauciones, especialmente al circular por la noche.
“Cuando encuentren durante su transcurso algún vehículo no usando códigos policiales atrás de ellos, no se paren a menos que se emparejen e identifiquen plenamente que es vehículo oficial de la Guardia Nacional, policía estatal o municipal”, advirtió.
Posición de la SSP
En contraste, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Daniel Cruz Luna, señaló que no existen reportes oficiales sobre la existencia de retenes falsos en las carreteras estatales.
Sin embargo, mencionó que se han realizado operativos en los que se han detenido vehículos con aditamentos ilegales, como luces tipo estrobos y aditamentos en las unidades.
Contexto en la región
El Triángulo Rojo y sus alrededores han sido identificados históricamente como una zona de alta incidencia delictiva, particularmente relacionada con robo de transporte, de combustible y actividades ilícitas.
Las autoridades mantienen operativos de vigilancia en las carreteras estatales y federales para garantizar la seguridad de los usuarios.